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Era la primera vez que se iba de vacaciones a Brasil y murió en el micro que volcó en un barranco



 La tragedia ocurrida durante la madrugada del martes en Brasil, en la que murieron cinco argentinos, continúa generando historias de dolor a medida que se van conociendo la identidad de los fallecidos. “Todavía no podemos creer lo que le pasó”, dijo Iris, abuela de Giuliana, una de las víctimas.

Su nieta, Giuliana Tessari, nacida en Wanda, Provincia de Misiones, había viajado a Florianópolis junto a Fernando Benítez, su novio. “Era la primera vez que se iba de vacaciones a Brasil y estaba muy contenta", aseguró su abuela.



Hacía poco más de un año había empezado a trabajar en el shop de una estación de servicio, donde ayer sus compañeros todavía no podían creer que ya no disfrutarían de su sonrisa fácil y sus enormes ojos claros que parecían iluminar todo.

Durante todo el el 2022, trabajando en la estación, Giuliana estuvo ahorrando mes a mes para poder hacerse un viaje a las playas de Brasil con su actual novio en las vacaciones de verano.



“Era un ser de luz, alegre y muy trabajadora”, sostuvo Iris. Su nieta, de 25 años también era mamá de una niña de cuatro que durante el viaje había quedado al cuidado de sus abuelos.

“Cuando estaban volviendo me mandó un mensaje y estaba contenta porque ya volvía. Extrañaba a su hijita, era la primera vez que hacía un viaje y la dejaba con nosotros”, sostuvo su abuela y agregó "Giuliana era una madraza, que la luchó mucho. Era inseparable de su hija, fue mamá soltera, se arregló siempre sola".

Luis Tessari, padre de Giuliana, partió para Brasil cuando ya circulaban las primeras noticias del accidente, aunque todo era confusión, falta de información y una ansiedad que crecía a medida que sus llamadas y mensajes de WhatsApp no eran contestados por Giuliana.



“Luis salió junto a su hermano Marcelo a buscar a Giuliana, sin tener noticias, rogando que ella estuviera bien. Se encontraron con la peor noticia”, contó Manuel, primo de Giuliana.

Con el corazón en la boca, Sonia, la mamá de la joven, se quedó esperando noticias en Wanda, la localidad misionera a 40 kilómetros de las Cataratas del Iguazú, donde vive la familia. Rogaba que se confirmara que estaba bien y con vida.

Luis y Marcelo tuvieron varios contratiempos en el camino, incluso los agarró una fuerte tormenta, que los obligó a parar. Pero nada fue tan terrible como la trágica noticia que confirmaron al final: Luis terminó reconociendo el cadáver de Giuliana en la morgue de Curitiba.

“Desde que se supo lo de Giuliana, el teléfono no paró de sonar. Todo el mundo llama y nos envía mensajes lindos, de fortaleza. Somos una familia conocida y querida en Wanda”, contó la abuela de la joven.

Y agregó “No entiendo cómo alguien del micro no se levantó y le pidió al chofer que se detuviera. Nos enteramos que le venían tocando bocina y haciendo señas de luces porque se cruzaba de carril a cada rato... todavía no puedo creer lo que pasó”, insiste, como quien se niega a aceptar una cruel realidad.



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