Una lluvia de balas se desató el sábado a la noche en medio de un corso familiar en la localidad bonaerense de Llavallol, cuando dos hombres que consumían drogas fueron cuestionados por los vecinos y reaccionaron a los tiros.
Ariel Gómez, de 38 años, recibió un balazo en el abdomen en la balacera y murió poco después, mientras que otras seis personas también resultaron heridas, aunque, afortunadamente, se encuentran fuera de peligro.
“Le pudo pasar a cualquiera, pero le tocó a mi hermano”, dijo a TN esta mañana Yanina, con la cara desfigurada por el llanto. Y detalló: “Había venido a ver la murga porque los chicos querían jugar con la espuma”.
Esa noche, momentos antes de la tragedia, la murga “Los caprichosos” había empezado con su exhibición en el cruce de las calles 1 de Mayo y Doynehard, y uno de los asistentes al corso se acercó a dos jóvenes, de 21 y 23 años, que se encontraban consumiendo alcohol y drogas muy cerca de los chicos que también participaban de la celebración.
El reproche no causó discusión alguna. Por el contrario, sin decir una sola palabra, uno de los sospechosos sacó un arma calibre 9 mm con la numeración limada y abrió fuego contra la gente que se encontraba en el lugar.
“Al principio pensamos que eran cohetes”, contó a este medio la hermana de la víctima, sobre las detonaciones. Y completó antes de quebrarse de nuevo: “(Ariel) se me cayó atrás mío”. El daño que causó el proyectil fue letal y lo mató casi en el acto.
En tanto, el tirador y su acompañante fueron detenidos a pocas cuadras del lugar del hecho. Tenían en su poder todavía el arma homicida, que fue secuestrada por los investigadorres. Ambos quedaron disposición de la UFI 1 de Lomas de Zamora, bajo la causa de “Homicidio, lesiones y abuso de arma de fuego”.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
Redes