La gran mayoría de los uniformados se encuentran distribuidos en zonas céntricas o de playa. Están a las a las órdenes del Comisario General Walter Chiucaloni y no se coordinaron tareas con el secretario de seguridad de Pinamar Lucas Ventoso.
La ciudad balnearia presenta un gran número de policías que
se quedarán, al menos, por el mes de enero. De repente, y a horas de la
navidad, llegaron colectivos con numerarios, cuatriciclos y camionetas para
reforzar todo el sistema. Un total de 1.450 uniformados pueden verse –mayormente-
por la avenida Bunge o la Playa. La rotonda parece –otra vez- militarizada y
con una secuencia en el círculo central con una patrulla estacionada hacia cada
salida de la misma.
La molestia que existe entre Ventoso y el ministro de
seguridad bonaerense Sergio Berni es de vieja data. Tal vez por eso, todos los
que arribaron no responden a ninguna orden de autoridades municipales. Desde la
comuna entienden que los rondines sólo alcanzarán a los lugares con turistas en
magnitud y no a las zonas de bosques y casas alquiladas que son el blanco
predilecto de los delincuentes.
En concreto hay 1.170 efectivos en Pinamar, otros 62 en
Ostende, 62 en Valeria y 156 en Cariló. Es tal la magnitud de patrullas que
tuvieron que habilitar un sector de la terminal de ómnibus para estacionarlas.
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