A Ariel Romano (27) la Justicia lo buscaba desde hacía 96
días. Estaba sindicado por las propias víctimas como el sospechoso que los
había intentado matar a tiros el 21 de agosto pasado. En las últimas horas, un
dato llegó a oídos de los investigadores, que no dudaron y fueron por él. El
procedimiento fue exitoso y se logró la detención del prófugo, lo curioso fue
el cómo: lo atraparon con la guardia baja, cuando salía de un hotel alojamiento
de la localidad bonaerense de Pilar junto a su ex pareja.
Según fuentes de la investigación consultadas, la historia
de la captura de Romano comenzó el 21 de agosto pasado. Ese domingo, el ahora
detenido discutió con otros dos hombres en calle. Fue en José Hernández al
2.400, también en Pilar. Allí, supuestamente, los atacó a balazos.
Una de las víctimas, de 34 años, recibió un disparo en la
pierna derecha, con orificio de entrada y salida. Mientras que el segundo
herido, de 47 años, recibió un balazo en la zona costal, con orificio de
entrada. Ambos fueron asistidos en el Hospital Juan C. Sanguinetti de Pilar y,
tras ser intervenidos quirúrgicamente, quedaron fuera de peligro. Fue entonces
que mencionaron a las autoridades que Romano había sido el agresor.
Con esos datos, los investigadores fueron a por el
sospechoso, pero descubrieron que, tras el ataque, Romano se había fugado. El
caso quedó a cargo del fiscal Germán Camafreita Steffich, titular de la UFI N°3
del Departamento Judicial de San Isidro, quien comenzó a buscar al prófugo.
Fue en ese marco que, tras 96 días de búsqueda, esta mañana
llegó un dato certero a la oficina del fiscal. La pista indicaba que Romano
estaba en el hotel alojamiento “La Embajada”, ubicado en la intersección de la
ruta 8 y calle Las Glicinas; a unas 15 cuadras -menos de 5 minutos en coche-
del lugar donde se dio la discusión y la balacera que dejó los dos heridos.
Con esa información, desde el Juzgado de Garantías N°7 del
Departamento Judicial de San Isidro se ordenó a agentes del Grupo Táctico
Operativo (GTO) de la zona Norte del Conurbano que, en forma conjunta con
policías del Comando de Patrullas, realizaran tareas de campo en modo
encubierto hasta que pudiera divisar al sospechoso. Y así fue. Romano fue
identificado junto a su ex pareja cuando salían del albergue transitorio y
fueron a atraparlo.




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