Patronato perdió con Barracas Central sobre la hora por 2 a
1 con un escandaloso final provocado por un pésimo arbitraje de Jorge Baliño,
finalmente increpado por el entrenador visitante, Facundo Sava, en el que los
jugadores del conjunto entrerriano terminaron a los golpes con los efectivos
policiales, luego de jugar más de un tiempo con 10 hombres y verse perjudicados
por los fallos del juez apoyado por el VAR.
Y las dudas de unos contra las mayores certidumbres de otros
arrojaron un primer tiempo en el que Patronato se erigió en dominador y generó
las mejores opciones como para desnivelar el resultado a su favor.
Inclusive hasta convirtió un tanto anulado por Jorge Baliño
a instancias del VAR, algo que el árbitro repitió ante la misma indicación
sobre una falta cometida por Nicolás Castro que derivó en una tarjeta roja que
dejó a los dirigidos por Facundo Sava con 10 hombres antes de los 40 minutos
del primer tiempo.
Sava siguió confiando
en los mismos protagonistas, ya que el único cambio lo había realizado por
imperio de las circunstancias antes de los cinco minutos del período inicial a
raíz de la lesión del zaguero central Leonel Mosevich, quien fue relevado por
Juan Cruz Guasone.
Y sus dirigidos no lo defraudaron, porque siguieron atacando
pese a la desventaja numérica y algunos fallos siempre dudosos de Baliño, que
iba a ser protagonista junto a un VAR muy "celoso" de una acción en
la que los paranaenses iban a ponerse en ventaja apenas cinco minutos después
de empatar con un gol de media distancia de Jonás Acevedo tras rozar el balón
en la espalda de su compañero Alexander Sosa.
Es que poco antes de los 40 minutos del complemento Raúl
Lozano le convirtió un golazo desde afuera del área a Maximiliano Gagliardo,
pero Baliño, tras consultar con el VAR, anuló el tanto y simultáneamente cobró
un penal a favor de Barracas Central por una falta previa tan imperceptible del
ingresado Justo Giani al autor del primer tanto local, Cristian Colmán, que el
propio árbitro no había advertido estando a dos metros de la acción.
De la pena se hizo cargo el retornado Pablo Mouche, que le
pidió el remate a Iván Tapia, pero el exarquero de Banfield, Facundo
Altamirano, se lo atajó en gran forma.
Parecía que la justicia, al menos la "divina", iba
a terminar con una leve caricia para los que mejor habían hecho las cosas, que
eran los entrerrianos, pero sobre el tiempo regular apareció el recién
ingresado Sebastián Rincón para darle la victoria al "Guapo".
Este fue el primer tanto del colombiano después del
fallecimiento de su padre, Freddy Rincón, y por ello hizo una dedicatoria
especial mostrando una camiseta que él utilizaba y que le provocó una
amonestación de Baliño, que allí terminó de demostrar su falta de sentido común
para manejar cualquier situación.
Y para colmo de males después dio apenas cuatro minutos de
descuento, cuando el partido estuvo parado no menos de 10, lo que a su término
provocó el enojo masivo del plantel visitante y de su propio entrenador,
Facundo Sava, que terminó increpando a Baliño, mientras que sus dirigidos se
tranzaron a golpes con la policía.
De hecho desde el cuerpo técnico de Patronato tenían la
intención de denunciar una "agresión policial" a sus futbolistas. El vergonzoso
arbitraje de Baliño, de muy similar actuación en el cotejo que Barracas Central
le ganó con polémicas por 2 a 1 a San Lorenzo, estuvo avalado en el VAR por sus
encargados de hoy, Diego Abal y Diego Ceballos.
En un partido en que había mucho en juego por los promedios
del descenso y donde la desconfianza ante cada partido que juega Barracas
Central es reiterada por sus adversarios, Patronato se fue sin los tres puntos
que mereció llevarse a Paraná y finalmente se quedaron injustamente en la lluviosa
noche de Floresta.




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