Esta semana se conoció la definición de la justicia de dictarle a la prisión preventiva a Claudio Estigarribia, el ex policía de 40 años acusado de abuso sexual gravemente ultrajante y quíntuplemente agravado contra su hijastra durante algo más de 7 años.
En la jornada en donde todo se desató y su
ex pareja concurrió a la Comisaría de la Mujer a denunciarlo, el acusado se
cortó el pelo con una máquina, escribió una carta donde pedía perdón e hizo
estalla su teléfono celular arrojándolo contra una pared para luego escapar durante
algunos días.
Ahora, se supo que los peritos de
comunicaciones de Dolores lograron hacer una copia del aparato. Con la misma,
hicieron una carga de todo el contenido en otro teléfono para obtener uno
clonado. Al encenderlo se percataron que Estigarribia había hecho un reseteo
del aparato para no dejar rastros.
Otra
prueba que no prosperó
Cuando se le tomó declaración a la menor de
15 años, esta declaró que el último ataque sexual había ocurrido en la
madrugada previa a la jornada en la que se realizó la denuncia.
Por eso, se incautaron las sábanas y la
ropa interior de la pequeña. En ellas había rastro de fluidos y la esperanza es
que sea semen del atacante aunque la pericia química arrojó que no se trataba
de eso por lo que no pudo sumar al material incriminatorio.
Entonces, el fiscal Walter Mercuri contó
con la declaración de la víctima, el relato de un testigo que escuchó una
confesión de Estigarribia antes de huir, el llamado telefónico que hizo y que
fue difundido por CNM en donde se autodenominaba “monstruo” y las intenciones
de huir u obstaculizar el proceso luego de la denuncia.
El detenido está acusado de abuso sexual
quíntuplemente agravado por tratarse de una menor de 13 años la víctima, por
los ataques reiterados, por ser gravemente ultrajantes, por ser el encargado de
su guarda y educación y por la relación de convivencia contra su hijastra.
Por estas horas, el ex miembro de la Policía Bonaerense cumple un mes de su llegada al Penal de Batán en donde hay un sitio especial para familiares y miembros de fuerzas de seguridad que hayan cometido delitos. A ese pabellón ingresó Estigarribia en la tarde-noche del 25 de agosto.




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