En el sistema bonaerense los presos replican una metodología
que arrancó en Córdoba en los penales de Cruz del Eje y Bower. Luego Batán se
plegó con llamados de sextorsión y, ahora, en Lisandro Olmos en La Plata los
internos comenzaron a usar los celulares para ejecutar todo tipo de estafas.
Completamente inexpertos en esta metodología –con respeto a
los cordobeses- usan todos los artilugios que hay en el manual de estafas:
- 1) Llaman y, al atender, sale un mensaje de deuda de una tarjeta o un banco. Te transfieren a un operador que lo que busca es corroborar tu número de tarjeta de débito o crédito con la que luego intentarán hacer compras.
- 2) Llaman y ofrecen turnos para vacunación, aunque buscan cotejar datos personales con los que luego intentarán sacar un crédito en algún sitio web.
- 3) Realizan compras en el Market de Facebook y luego te llaman con la excusa de que te transfirieron de más y que piden la devolución del dinero sobrante.
En Córdoba estas operaciones las ejecutan muñidos de una PC
en la que llegan a emular tickets de banco. Hablan por demás y hasta citan
artículos de leyes para confundir a la víctima.
En cambio, los de Olmos, son más rudimentarios. Se escuchan
gritos de fondo y usan preferentemente a venezolano para simular las voces de
un call center.
Anoche mismo la línea de lectores de CNM recibió un mensaje
de deuda bancaria con una grabación disparada desde otro teléfono celular.
En tanto que una usuaria de Facebook, que vendía un
televisor recibió el llamado de un hombre que se hizo pasar por Gonzalo Guevara
y que, tras hacer la transferencia por unos 25.000 pesos, volvió a llamar para
decir que por error su esposa había enviado 250.000 por lo que pedía la
devolución del dinero.
Según la mujer, el hombre hablaba tan acongojado que llegó a
confundirla y a no darse cuenta por un instante de que era víctima de un cuento
del tío. Sin embargo, no cayó en su trampa y al pedir pruebas terminó siendo
bloqueada.

Social Icons