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A la mujer asesinada en Rosario ya le habían matado al marido y a su hijita de 5 años


La vida de Nélida Susana Benítez, asesinada este martes en barrio Tablada de Rosario, estuvo atravesada por la violencia y el dolor hasta su último día. La mujer de 45 años había perdido a su marido y a una hija pequeña de ambos en distintos hechos violentos ocurridos en 2017. A pesar de la tragedia continuó su vida hasta que cuatro años después un hombre entró al pasillo de la casa en la que vivía, golpeó la puerta y cuando la mujer atendió la mató de un disparo. Tenía custodia policial desde febrero porque la habían amenazado, pero el patrullero se fue minutos antes de que la mataran.

Las historias trágicas que ocurren en Rosario producto de la violencia urbana suelen parecer aisladas entre sí, pero tantas otras veces están unidas. Nélida Susana Benítez había perdido a su hija de 5 años en 2017 producto de un balazo en la cabeza. Fue el domingo 25 de junio de aquel año cuando un grupo de chicos llegó a la granjita que Susana tenía en calle 1886 al 4300, donde vivían en aquel entonces, y dispararon sin mediar palabras. 

La pequeña Micaela Dulce Duarte recibió un balazo en la cabeza por el cual murió cuatro días después. El ataque fue dirigido al joven que atendía el comercio, cuñado del hijo mayor de Nélida, por un conflicto con otros chicos de la zona.

La familia ya había atravesado un hecho de esas características tan solo unos meses antes. El 15 de febrero de ese año Carlos Alberto Duarte, de 39 años y pareja de Benítez, intercedió en una discusión que su esposa había tenido con otra vecina a partir de un conflicto entre los chicos de ambas familias. En ese instante apareció otro hombre quien apuntó a Duarte y le disparó en el abdomen. El asesino fue detenido unas semanas después y condenado en noviembre de 2018 a once años de prisión.

Problemas en Tablada

Según contó una allegada a Benítez a este diario la mujer se había mudado con sus hijos a barrio Tablada hacía unos cinco meses. Antes habían estado viviendo en Villa Gobernador Gálvez. En Tablada se instalaron en una pequeña casa ubicada en el interior de un pasillo de Ayacucho al 4000 que atraviesa la manzana hasta su salida por calle Alem. A esa vivienda llegó un hombre a las 14 del martes, quien luego de llamar a la puerta y de que la mujer atendiera le disparó. Benítez quedó herida de gravedad en el cuello y murió horas después en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.

En el lugar del hecho horas después había un patrullero de la policía provincial que desde febrero estaba cumpliendo con una custodia por hechos de amenaza que la mujer había sufrido en esa vivienda. Los hostigamientos ocurrieron en ese mes, cuando un hombre intimidó a la mujer en varias ocasiones. En dos de ellas esta persona efectuó disparos contra la fachada de la vivienda y en otra dejó por debajo de la puerta un mensaje amenazante escrito en un papel.

Benítez identificó siempre a este hombre: Andrés Bladimir "Colorado" N., de 25 años, a quien denunció en más de una ocasión. A fines de marzo la mujer volvió a Fiscalía y dijo que tenía miedo porque había visto al acusado por el barrio. Para ese entonces ya había custodia policial en las afueras del pasillo de Ayacucho al 4000, pero Benítez alertó de que podría pasar algo más grave si la policía se retiraba.

En mayo pasado la fiscal Valeria Haurigot imputó a N. por los hechos denunciados y el hombre quedó con prisión preventiva por 90 días. La custodia policial fija continuó hasta el pasado lunes en que se ordenó que fuera intermitente durante el día y permanente en la noche.

Pasadas las 14 del martes las uniformadas que custodiaban el ingreso al pasillo recibieron la orden de moverse para recorrer la zona. Fue en ese lapso de desprotección que un hombre entró al pasillo para asesinar a Benítez. Por eso entre los allegados a la víctima no deja de resonar aquel aviso que la mujer hizo en Fiscalía de lo que podía llegar a pasar si dejaba de tener custodia policial.



 



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