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Una mujer confesó haber matado a su marido porque no la incluyó en la herencia


La esposa de Vicente Maillo, el comerciante asesinado en 2017 en la ciudad santacruceña de Río Gallegos, reconoció este lunes ser la autora del crimen y desligó del hecho a sus dos hijos, quienes también están involucrados en la causa y permanecen detenidos junto al presunto sicario que, se cree, entre los tres miembros de la familia contrataron por no estar incluidos en la herencia de la víctima.

La confesión se dio durante el juicio por este homicidio, que está a cargo de la Cámara Criminal de la Primera Circunscripción Judicial de Santa Cruz y se inició durante la mañana en una sala especialmente acondicionada en la Escuela de Policía, con los protocolos sanitarios correspondientes debido a la pandemia del coronavirus.

Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que Susana Reina, esposa del comerciante asesinado, declaró en la primera audiencia que ella sufría violencia de género y se adjudicó la autoría del crimen con un arma que ubicó en el lugar, lo que sería constatado este mismo martes durante una inspección ocular.

“El estado psicológico, los maltratos que tenía y un montón de cosas que contó Reina, están probados en el expediente. Había violencia de género”.

Dijo su abogado. Según aseguró la mujer, sus hijos José Maximiliano y Luis Gabriel “son ajenos” al homicidio de su padre y “declararon la verdad de lo que pasó”.

En esta misma línea, la defensa sostuvo que “en el expediente no hay prueba material para imputar de nada” a los hijastros de Maillo, que junto a su madre y el presunto sicario, Cristian Gabriel Etchebarne, son juzgados por el delito de “homicidio agravado por el vínculo, consumado con alevosía a través de una promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas”.

Por el crimen, también estuvo imputada la suegra de la víctima, María del Carmen Spiritoso, pero en su caso no llegó al juicio porque falleció en octubre de 2019. Antes de morir, la anciana también se adjudicó la autoría intelectual del crimen, por lo que había quedado bajo prisión domiciliaria. Sin embargo, este intento de salvar al resto de los integrantes de la familia no prosperó y la investigación continuó.

Por su parte, los dos hijos de Reina declararon que “le debían plata a Cristian”, lo que, según el abogado, “está probado en el expediente” con “los gastos que tenía Luis en (el barrio porteño de Palermo) y con muchos testigos que dijeron que el joven “gastaba 1000 o 2000 dólares por semana”.

“Por las cámaras (de seguridad de la vivienda de la víctima) tenemos a este chico (por Etchebarne) que entró por 14 minutos, Reina le pagó y se fue con la misma ropa, sin una mancha de sangre. No hay una huella de él, no subió, le pagó abajo”.

Remarcó la defensa.

En este sentido, el abogado de la mujer resaltó que “la persona que participó tiene que estar manchada necesariamente”, pero “este chico entra 14 minutos por cámara, se va, toma el avión con la misma ropa y está filmado en todos lados”.

Vicente Maillo, de 60 años, era un comerciante muy querido por la comunidad de Río Gallegos. Fue asesinado de tres puñaladas el 16 de noviembre de 2017 en la planta alta de su vivienda ubicada en la esquina de Corrientes y Zapiola de esta ciudad, donde también funcionaba el bazar Doña Ana, que era de su propiedad.

La sospecha de los investigadores es que la esposa y sus dos hijos contrataron a Etchebarne para que mate al comerciante porque éste no los había incluido en el reparto de la herencia, maniobra que involucró también a la fallecida suegra.

En tanto, las hermanas de la víctima, Gloria y Petra Maillo; con la abogada y sobrina de Vicente, Erica Schupbach, en representación de la querella; esperan que los imputados sean condenados a prisión perpetua. Mientras, el fiscal de la causa, Iván Saldivia, sostiene que las pruebas en el expediente apuntan también a la culpabilidad de los acusados.





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