Jesús Emiliano Castillo, de 32 años de edad, comerciante, nacido y con domicilio en la ciudad de Mar del Plata, fue hallado culpable del delito de estafa mediante un juicio abreviado que se desarrolló en la localidad de Dolores ante el Juzgado Correccional Nº1 de Eduardo Lazzari, quien lo condenó a 2 meses de prisión en suspenso por lo que no irá preso.
El hombre, por teléfono, en septiembre de 2017, le hizo
creer a la víctima, de 80 años de edad, que ciertos dólares dejaban de circular.
Así se logró apoderar de 10.000 dólares y se dio a la fuga.
Todo se inició con un llamado en donde se identificó como un
sobrino y comenzó con su cuento en donde habló de ciertos billetes que
prontamente dejaban de tener validez. La abuela cayó en la trampa reconoció
tener efectivo en su poder y se ofreció a pasarlos a buscar para evitar que
ella, a su edad, tenga que ir a un banco a hacer ese trámite.
Así fue que pasó con un Renault Logan los levantó y
desapareció.
Al efectuarse la denuncia la damnificada dijo que al
contarle a su hijo lo ocurrido, había entendido que había sido víctima de una
estafa.
Personal policial a través de las imágenes obtenidas de una
cámara de seguridad privada ubicada en cercanías del hecho, se dirigieron al
Centro de Monitoreo Municipal a fin de verificar si el vehículo que en esa
imagen se observaba, un Renault Logan, de color gris oscuro y con vidrios
polarizados, se lo podía ubicar en otro lugar de la ciudad, lográndose ello
como también registrar su patente, observándose a dos personas en su interior y
visualizándose cuando el acompañante descendía del rodado y se dirigía al
domicilio de la víctima.
Con el dominio del rodado se pudo determinar que el vehículo
estaba registrado en la localidad de Cacique Catriel en la provincia de Rio
Negro, como también quien era su titular, el sujeto perpetrador de la estafa.
A través de la Oficina de Delitos Económicos de la DDI Mar
del Plata se pudo conocer que allí se investigaba a un individuo que actuaba
con el mismo modus operandi, que tenía domicilio en dicha ciudad. Al efectuarse
tareas de investigación se obtuvieron imágenes fílmicas del sospechoso,
estableciéndose que se correspondía con la descripción efectuada por la víctima
y con la imagen obtenida en las cámaras de seguridad de la ciudad de Ayacucho.
En Mar del Plata también se obtuvieron imágenes de cuando dos individuos se
retiraban en un vehículo similar al utilizado para penetrar la estafa.
Al efectuarse el allanamiento en la vivienda de castillo, se
procedió al secuestro de $ 3.400 dólares norteamericanos en billetes de 100 y
separados en fajos, como también vestimenta similar a la que se lo observaba en
las cámaras de seguridad de la ciudad de Ayacucho.
Por su parte la damnificada reconoció al sujeto sindicado
como autor de la estafa, en las imágenes fotográficas que le fueron exhibidas,
haciéndolo también con la ropa que había utilizado al llegar a su vivienda.
El Magistrado sobre el delito de estafa, indicó que era un
acto de desapoderamiento patrimonial ajeno e injusto, mediante la utilización
de un engaño o ardid. Que en el caso de la mujer perjudicada, había sido
engañada por el autor de la estafa al hacerse pasar por un «sobrino».
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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