Se trata de
Juan Ramón Sequeira, de 49 años, quién perpetró el robo en el establecimiento “Medaland”
en enero de 2019 y resultó apresado, luego de diversos allanamientos en el Gran
Buenos Aires a principios de febrero de ese año.
Sequeira,
oriundo de la provincia de Chaco, fue hallado culpable por el delito de robo
agravado por haberse cometido en despoblado y en banda con privación ilegal de
la libertad agravada y recibió una pena de 5 años y medio de prisión.
El fallo
fue dictado por la Dra. Analía Graciela Avalos como Juez unipersonal del
Tribunal en lo Criminal nº 2 Departamental.
El juicio
fue de trámite abreviado, y la magistrada logró comprobar – mediante una huella
dactilar- que el hombre estuvo en el establecimiento rural de cercanías de la
Ruta 11 acompañado de otros malvivientes que nunca fueron capturados.
Para
acceder simuló tener que realizar una notificación judicial a la propietaria, a
quien cuando la tuvo ante él amenazó con un arma de fuego, le dijo que se
trataba de un robo y le sujetó las manos y pies con precintos al igual que a
dos empleados, tras lo cual sustrajeron el dinero que ellos tenían (dólares y
pesos), un teléfono celular, una pistola antigua de fabricación española,
dándose a la fuga en la camioneta Toyota de la dueña del establecimiento,
rodado que abandonaron en el sector de ingreso al establecimiento rural.
En la
denuncia la damnificada señaló que el puestero le había avisado que unas
personas requerían su presencia por una notificación de un Juzgado de Dolores,
que al estar ante ellos le hicieron firmar una cédula que traían y que tenía un
sello tipo medalla ovalado, resaltando que al reclamarle que le entregaran
copia de lo que había firmado el sujeto había sacado un arma de la cintura y le
había dicho que era un robo, tras lo cual los habían sujetado de manos y pies
tanto a ella como a dos empleados, indicando también que se había podido
desatar, y que el sujeto entonces le había puesto la pistola en la cabeza.
Describió a ambos por sus características físicas, señalando que el robo había
sido perpetrado mientras un tercer individuo esperaba en el auto en que habían
llegado.
Funcionarios
de Policía Científica recogieron muestras en el interior de la vivienda,
pudiéndose hacerlo con rasgos papilares en un vaso de vidrio, los que volcados
al Sistema AF1S perimieron determinar que correspondían al dedo medio y pulgar
de la mano derecha de Sequeira.
Durante el
allanamiento practicado en su domicilio de Berazategui, los policías pudieron
advertir el momento en que un familiar del imputado arrojaba un envoltorio por
una ventana, en cuyo interior al ser incautado se secuestraron 2.800 dólares.
Por su
parte en las diligencias de reconocimiento fotográfico, tanto la propietaria
como sus empleados reconocieron a Sequeira como una de las personas que habían
perpetrado el robo, señalándolo como que se trataba de quien empuñaba el arma.
La Defensa
había cuestionado los agravantes señalados en la calificación, indicando la
Juez que el robo se había cometido en un establecimiento rural, y que el hecho
que la vivienda principal se ubicara cerca de la casa del puestero en nada
modificaba la condición de “despoblado”. En cuanto a que se trataba de una
“banda”, señaló que su existencia se había probado con la circunstancia que en
el vehículo había un tercer individuo. Respecto a la “privación de libertad”,
la Defensora oficial había argumentado que no podía considerarse violencia el
uso de precintos para sujetar a las víctimas, ya que éstas no habían sido
lesionadas. Sin embargo la Juez lo refutó, al considerar que la denunciante
había sido trasladada al Hospital de Villa Gesell en estado de shock y por las
lesiones que presentaba.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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