Todos
quieren descansar de un año en el que poco pudieron moverse, no existieron las
vacaciones de invierno y hay deseos de vacacionar. La temporada es aún incierta
pero las consultas crecen y se multiplican.
Protocolos,
restricciones y barbijos se reiterarán hasta la llegada de la vacuna pasado el
primer trimestre de 2021. Hoy las familias no piensan en hoteles sino en
lugares abiertos, distanciados de vecinos y en donde si hay una pileta mucho
mejor. Una opción que esté a pocos minutos de la playa que contenga verde y en
donde no haya abarrotamiento de personas. En esos puntos Madariaga se convierte
en un destino observable para los veraneantes.
En torno a
Capital Federal muchos eligen a san Antonio de Areco, Chascomús, Tandil, el
Delta y hasta Luján. Hay otros que ya tienen sus casas en la costa y se las
repartirán con amigos en escapadas de 4 o 5 días. Pero las chacras serán las
vedettes del próximo verano.
Madariaga
tiene una treintena de ellas. La mayoría ubicadas en Laguna del Rosario que pueden
encontrarse en internet. También hay casas en la zona norte de la ciudad y
chacras esparcidas en el área periurbana.
El Country
Club La Victoria comenzó la construcción de unas 4 casas pero tan solo 3 de
ellas estarán culminadas para los primeros días de enero.
Por
internet, el punto básico para ofrecerlas, son pocas las que aparecen y muchas
llevan como palabra clave Pinamar.
Arb&B,
con precios en dólares tiene algunas opciones de casas completas, por día y con
parrillas o piletas.
Este año
Madariaga recibirá tan sólo 946.000 pesos del fondo de turismo recientemente
entregado al poder validar unos 30 establecimientos turísticos y quedó muy por
detrás de Villa Gesell –al tope de la tabla- con 19.629.191 pesos y La Costa
con 10.704.788 pesos que pasaron a Mar del Plata en cantidad de validados.
Del municipio dependerá el potenciar la agenda turística y promocionar a la localidad para generar un movimiento acorde a los tiempos de pandemia que también sirva a la economía local.




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