El violento ataque ocurrió el miércoles pasado, cerca de las 20:40 de la noche, cuando la víctima, Nadia Riveros, iba junto a su madre y su tío hacia el Hospital Paroissien debido a dolores relativos al embarazo.
“Llamé a un remís, pero como tenían unos 40 minutos de demora le pedí a mi mamá que viniera para que me llevara porque me dolía mucho la panza”.
Contó después la chica a la prensa.
Nadia salió de la casa y mientras sus familiares la esperaban en el auto en el cruce de las calles Castañón y Concejal Luis Alberto Settino, aparecieron tres ladrones armados que venían a pie y los abordaron: los agredieron a golpes y culatazos para robarle el auto, un Chevrolet Corsa.
Instintivamente, la joven trató de defender a sus familiares:
“Cuando vi que (los asaltantes) se acercaron a mi tío, que estaba del lado del conductor, pensé que le iban a hacer algo a él y le pego dos patadas en la cara e intento que se le caiga el arma, entonces ahí como que se calentó y empezó a tirar tiros”.
Los delincuentes actuaron con mucha violencia. En medio de la situación, uno de ellos le disparó en un tobillo a la mamá de la mujer embarazada, que afortunadamente está fuera de peligro.
A Nadia le dieron varios culatazos en la cabeza.
“No me di cuenta que me pegó −relató la joven− y cuando siento todo caliente, me miro y estaba chorreando sangre que no paraba. Por suerte el disparo a mi mamá no le tocó ningún hueso”.
Tras ello, los asaltantes se escaparon a toda velocidad en el auto de las víctimas. Ese vehículo luego fue encontrado abandonado en el barrio Villegas.
Ambas mujeres fueron trasladadas hacia el mencionado nosocomio que está ubicado a la altura del kilómetro 21 de la Ruta Nacional N° 3. Allí Nadia fue asistida, le hicieron controles y recibió el alta.
Pero anoche empezó a sentir malestares por lo que la llevaron nuevamente al hospital. Poco después se conoció la triste noticia de la pérdida del embarazo.
Nélida, tía de Nadia, dijo hoy a los medios que su sobrina “tenía dolor de panza, por eso iba al médico, que le dijo que, a consecuencia de lo ocurrido, de pasar nervios, tensión y estrés, hizo que pierda el embarazo, además de recibir un culatazo en la cabeza”.
“Mi sobrina está triste y quiere permanecer en su privacidad por ahora, hay que dejar que mantenga su duelo y estamos tristes porque esperábamos un poquito de Dios para que le dé la vida, pero no fue así”.
Agregó.
“Espero que se sepa quién fue y que paguen por lo que hicieron, era una vida que venía y ellos estaban contentos con esto".
Cerró Nélida.
El caso es investigado por el fiscal Gastón Bianchi, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial La Matanza. Todavía no hay detenidos.
Varias cámaras de seguridad de la zona registraron parte del brutal asalto.




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