“El banco no va a cerrar, por favor están todos juntos”.
Les dijo un médico a las decenas de personas que se amontonaban en la puerta de la casa matriz del Banco Provincia en La Plata, sobre la vereda de calle 6 entre 46 y 47.
Ninguno de los clientes decidió moverse y algunos empezaron a vociferar críticas por el funcionamiento del banco. A pesar de atender con turno, a diario se arman largas filas frente a las sucursales del Bapro.
“Yo no tengo la culpa, están todos juntos”.
Respondió el médico a una señora que se quejó por la demora en la atención.
Y aclaró:
“Yo soy empleado hospitalario de la Provincia, veo lo que está pasando acá y es terrible, están todos juntos. Se los digo por su bien”.
A pesar de las advertencias del profesional de la salud, ninguna de las personas que esperaban para ingresar a la sucursal se movió.
El médico decidió desistir y regresó desilusionado al banco luego de que un hombre que estaba en la cola le gritara algo relacionado al gobierno y el FMI.
“No flaco, no me podés decir eso”.
Se lamentó el profesional.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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