El video muestra como "del cielo" comienzan a caer las bombas con los gases, mientras que los manifestantes corren para evitar ser impactados en la cabeza o afectados por las sustancias químicas.
Los efectos de los gases lacrimógenos utilizados este lunes han afectado a líderes como Henrique Capriles Radonski y Delsa Solórzano, así como a ciudadanos que ni siquiera estaban en la protesta, incluyendo mujeres y niños que se encontraban en la Policlínica Las Mercedes.
Por su parte, el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) repudió este lunes el lanzamiento de bombas lacrimógenas desde helicópteros de los cuerpos de seguridad del Estado.
En su cuenta de Twitter, la ONG alertó que la medida no sólo busca efecto disuasivo, sino que también busca generar daño a manifestantes.
“Bombas arrojadas desde helicópteros añaden más riesgos para manifestantes, si impactan en cráneo de alguna persona puede ser letal”, indica la organización.
Provea recuerda que el artículo 141 de Ley de Aeronáutica Civil impone pena de prisión de 6 a 8 años a quien arroje sustancias nocivas desde aeronaves.
La ONG recordó que en 1993 la estudiante de 16 años de edad, Jessica Díaz, fue asesinada por impacto de bomba lacrimógena en el cráneo.
El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, rechazó el lanzamiento desde el aire de objetos contundentes para dispersar manifestaciones. Alertó que podría ocasionar víctimas fatales.
“Informo que mantengo comunicación con máximas autoridades para EVITAR el uso excesivo de la fuerza en control de las manifestaciones públicas”, dijo el representante del Poder Moral.
Agregó que su despacho seguirá atento “a las denuncias de peticionarios en el país para mantener la plena vigencia de los DD HH”.
Saab también instó a manifestar pacíficamente y evitar “que no se reediten atroces episodios del año 2014”.




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