Es que el impuesto a las Ganancias, defendido por el Gobierno y cuyo alcance fue minimizado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, impacta en los salarios de más de un millón de empleados en relación de dependencia, ya que la suba del mínimo no imponible aplicada por el gobierno en 2013 se quedó corta, según la posición de los sindicatos.
Los gremios convocantes de la medida de fuerza sostienen que "el salario no es ganancia" y por ello no debería estar gravado.
Desde el oficialismo consideran que la medida de fuerza está teñida también de especulación política y es alentada por los partidos de la oposición, cuando se acerca el final de mandato de Cristina Kirchner y ya se piensa en su sucesor.
La adhesión del sindicato de camioneros paralizará grandes sectores de servicios como la intermediación comercial y el abastecimiento de los negocios, el transporte de caudales y mercadería, y la recolección de residuos.
Buenos Aires, NA.




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