Luego de la operación más grande de la historia de Río de Janeiro contra el grupo narco Comando Vermelho (CV), en la que murieron 64 personas, los vecinos de la favela Penha trasladaron durante la madrugada los cadáveres a una plaza con el objetivo de identificarlos.
De acuerdo a informes citados por el medio brasilero O
Globo, los cuerpos fueron extraídos de la zona de Vacaria, en la Serra da
Misericórdia, donde se registraron los enfrentamientos más violentos entre la
Policía y los narcotraficantes.
A las 3 de la mañana de este miércoles, los vecinos
comenzaron a llevar a los muertos a plaza São Lucas, en la avenida José Rucas,
centro de esa favela ubicada en la zona norte de Río de Janeiro. Así, se armó
una fila de cadáveres, que fueron previamente transportados en la parte trasera
de camionetas.
Hasta el momento no hay información oficial sobre si forman
parte del balance de 60 presuntos criminales muertos que informó el gobierno de
Río.
Imágenes impactantes muestran a decenas de cuerpos con
bolsas o telas ensangrentadas por encima; el mismo medio brasilero indicó que
los vecinos pudieron recuperar hasta el momento 40 cadáveres. También se ve a
personas con guantes mientras cortan partes de la ropa de los muertos para
facilitar su identificación.
La gente se concentró alrededor de los muertos en la plaza
en un profundo silencio. Algunas personas levantaron los plásticos y las telas
que cubren los cuerpos para identificar a sus familiares o amigos.
En otra de las fotos tomadas en la plaza se puede ver a los
cuerpos alineados, en ropa interior, mientras los ciudadanos se amontonan
alrededor y los miran y lloran.
Son decenas las personas que observan la escena y señalan
los cuerpos, mientras otras se secan las lágrimas. “¿Cómo pudo destruir tantas
familias, tantas vidas, y salirse con la suya?”, dijo una mujer mientras
acariciaba el rostro de su hijo fallecido.
Los vecinos afirmaron que todavía hay cadáveres en la cima
de la colina, algo que aumenta la preocupación de la comunidad por la magnitud
del operativo.
“¿Dónde está mi hijo?”, se escuchó gritar a otra mujer,
según consignó O Globo. Algunos incluso aseguraron que uno de los hombres se
había entregado a la Policía y aun así fue asesinado. “Nunca vi algo igual”,
dijo un residente.
Por otra parte, el secretario de la Policía Militar, Marcelo
de Menezes Nogueira, afirmó en diálogo con G1 que investigará la situación de
los cuerpos trasladados por los habitantes de la favela.
El operativo
Aproximadamente 2500 policías y soldados brasileños
realizaron este martes el operativo masivo contra CV, durante el cual
detuvieron a 81 presuntos delincuentes, lo que provocó tiroteos que dejaron al
menos 60 sospechosos y cuatro policías muertos.
En la operación participaron agentes en helicópteros y
vehículos blindados en las extensas favelas Complexo de Penha y Alemao.
El objetivo fue el grupo criminal más antiguo de Brasil,
formado en la década de los 70 a partir del encuentro de criminales comunes y
militantes de izquierda dentro de una prisión de Rio de Janeiro durante la
dictadura militar brasileña.
Actualmente, el CV es considerado una amenaza nacional y
trasnacional, con presencia en Bolivia y contacto con grupos narcotraficantes
colombianos y en constante guerra con otros grupos criminales brasileños como
el carioca Terceiro Comando Puro y el Primeiro Comando da Capital, de San
Pablo.
Según la fiscalía, Edgard Alves de Andrade, conocido como
Doca, es el principal líder del CV en el Complejo Penha y en comunidades como
Gardênia Azul y César Maia, en la Zona Suroeste, y Juramento, en la Zona Norte,
algunas de las cuales fueron recientemente expropiadas por la milicia.
Claudio Castro, el gobernador del estado de Río, indicó en
un video en la red social X que 60 presuntos criminales fueron “neutralizados”
durante la redada, la cual describió como la operación más grande en la
historia de la ciudad. También arrestaron a unos 81 sospechosos, mientras que
se incautaron 93 rifles y más de media tonelada de drogas, según agregó el
gobierno estatal, que señaló que los fallecidos “se resistieron a la acción
policial”.
La policía civil de Río dijo en tanto que cuatro agentes
murieron en la operación. “Los ataques cobardes de los criminales contra
nuestros agentes no quedarán impunes”, afirmaron las autoridades. Se desconoce
cuántas personas resultaron heridas.
Imágenes en las redes sociales mostraron fuego y humo
elevándose desde las dos favelas mientras se escuchaban disparos. Presuntos
miembros de la banda bloquearon caminos en el norte y sureste de Río en
respuesta a la redada. Al menos 70 micros fueron tomados y utilizados en los
bloqueos, causando daños significativos.
La operación se dio tras un año de investigación sobre el grupo criminal.
Sin embargo, la jornada del martes marcó un cambio en el
patrón de enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad de Río y las facciones
criminales. Y es que los narcotraficantes utilizaron drones para lanzar
granadas contra equipos de fuerzas especiales, un escenario de guerra típico.
Para este “bombardeo”, los delincuentes activan un detonador mecánico o
eléctrico que libera la carga mientras mantienen el equipo en vuelo, alejándose
sin exponerse.
Las autoridades reconocen que la magnitud de la redada
supera la de 2010, cuando policías y militares retomaron el control de esa
misma zona tras enfrentamientos que dejaron más de treinta muertos.
Pese a la escala de la intervención, organizaciones de derechos
humanos criticaron la violencia y la falta de transparencia en las cifras.
“Exigiremos explicaciones sobre las circunstancias de esta acción, que
convirtió nuevamente a las favelas de Río en escenario de guerra y barbarie”,
dijo la diputada Dani Monteiro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos
de la Asamblea Legislativa.
La corte suprema de Brasil impuso en 2020 algunas
restricciones a los operativos en las favelas, como limitar el uso de
helicópteros y las acciones en áreas próximas a escuelas o centros de salud.
Estas medidas fueron levantadas este año por decisión del mismo organismo.
Según datos oficiales, unas 700 personas murieron en
intervenciones policiales en Río de Janeiro durante 2024, un promedio de casi
dos por día.
Con información de AFP y AP.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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