La histórica cooperativa láctea SanCor enfrenta un nuevo capítulo en su profunda crisis financiera. El gremio Atilra, que agrupa a los trabajadores del sector, anunció que pedirá la quiebra con continuidad de la explotación de la empresa, debido a incumplimientos salariales y de aportes que —según denuncian— se suman a una millonaria deuda acumulada.
La presentación judicial será realizada en los próximos días, tras una asamblea en la ciudad santafesina de Sunchales, sede central de la compañía, donde la moción fue aprobada por unanimidad.
Una deuda que no deja de crecer
De acuerdo con los cálculos del gremio, SanCor mantiene una deuda preconcursal de alrededor de $69.000 millones, vinculada a compromisos laborales y otros pasivos históricos. A esto se suman obligaciones posteriores a la apertura del concurso de acreedores en febrero de este año, entre ellas salarios de abril a agosto y el aguinaldo de 2025, más aportes y contribuciones a la obra social y mutual del gremio, por un total que ya supera los $14.000 millones adicionales.
En total, el pasivo laboral reclamado supera los $83.000 millones. Según Atilra, la empresa no respondió a más de 2.500 intimaciones de pago enviadas por los trabajadores y por las entidades sindicales.
De gigante lácteo a operar para terceros
SanCor llegó a procesar más de 4 millones de litros de leche diarios y a emplear a más de 4.000 personas antes de su crisis en 2017. Hoy, según fuentes sindicales, su producción se redujo a unos 300.000 litros diarios a fasón para terceros y su plantel se achicó a unos 850 operarios.
En el marco de su reestructuración, la firma pasó de operar 12 plantas industriales a solo seis, vendió marcas y unidades de negocio —como yogures, postres y flanes— y cerró sedes comerciales y administrativas. Sin embargo, estas medidas no lograron revertir su situación.
Un historial de rescates fallidos
A lo largo de los últimos años, SanCor atravesó distintos intentos de salvataje. Durante el gobierno de Alberto Fernández, un grupo empresario propuso crear un fideicomiso con financiamiento estatal para tomar el control de la compañía, pero la negociación no prosperó.
En 2006, el entonces presidente Néstor Kirchner frenó un acuerdo para que Adecoagro comprara la firma, gestionando en su lugar un préstamo de US$80 millones de Venezuela. Si bien ese crédito fue cancelado, el país caribeño mantiene una deuda de US$18 millones con SanCor por compras realizadas en aquel período.
Situación actual
Desde febrero de 2025, SanCor se encuentra en concurso de acreedores bajo la jurisdicción del Juzgado Civil y Comercial de la 4ª Nominación de Rafaela, a cargo del juez Guillermo Adrián Vales. En ese momento, se estimaba un pasivo total que podía llegar a US$400 millones.
El pedido de quiebra por parte de sus propios trabajadores marca un nuevo punto crítico para la cooperativa, que enfrenta una severa falta de liquidez, deudas millonarias y una marcada caída en su producción. El futuro de la empresa y de sus 850 empleados quedará ahora en manos de la Justicia.



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