Este martes 10 de septiembre, el Centro Integrador Comunitario (CIC) del barrio Quintanilla cumplió una década desde su inauguración en 2015. Desde aquel día, este espacio se convirtió en un punto de referencia esencial para los vecinos, ofreciendo salud, educación, actividades recreativas y contención social.
El CIC abrió sus puertas el 10 de septiembre de 2015 con el objetivo de acercar servicios y oportunidades a los madariaguenses, especialmente a quienes viven en el barrio Quintanilla. Con el tiempo, se consolidó como un lugar de encuentro y apoyo permanente para la comunidad.
En sus instalaciones funciona un Centro de Atención Primaria de la Salud, que cuenta con enfermería disponible de lunes a sábado y un sistema de turnos para especialidades como medicina clínica, nutrición, psicología, odontología, pediatría, psicopedagogía y diabetología.
Además, el CIC impulsa talleres y charlas abiertas a toda la población, entre ellos los destinados a embarazadas y puérperas, así como encuentros de prevención de adicciones. El lugar también es sede de actividades deportivas y recreativas, con clases de ritmos latinos, comparsa, corte y confección e inglés, estas últimas dictadas por el Bellas Artes Municipal.
Otro de los organismos que funciona dentro del CIC es la Dirección de Juventud, donde se gestionan becas estudiantiles municipales, becas UADE y residencias estudiantiles para jóvenes madariaguenses que cursan sus estudios en ciudades como Mar del Plata o Tandil.
El edificio también es un espacio inclusivo para todas las edades: allí se dictan clases para adultos mayores y en el Punto Digital se llevan adelante capacitaciones de instituciones que, por falta de infraestructura o equipamiento tecnológico, encuentran en el CIC un lugar para desarrollar sus actividades.
En este décimo aniversario, el intendente Esteban Santoro participó de la celebración junto a empleados municipales y miembros de su gabinete. El festejo incluyó una torta y un lunch matutino, acompañados por un recorrido por las instalaciones y la evocación de los logros obtenidos en estos diez años de trabajo.
Para los vecinos del barrio Quintanilla, el CIC no solo es un edificio: es un símbolo de comunidad y progreso compartido, que hoy celebra con orgullo sus primeros diez años de vida y mira hacia el futuro con nuevos proyectos y desafíos.



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