Cuando Javier y Karina Milei viajaban en auto desde Olivos
hacia el búnker de La Libertad Avanza (LLA), la cúpula libertaria calibró el
volumen de la derrota que había sufrido el Gobierno y comprendió la profundidad
del mensaje que dieron las urnas. “El resultado fue mucho peor de lo que
creíamos”, reconoció uno de los asesores de la Casa Rosada. Minutos después,
los datos oficiales confirmaron la paliza: el peronismo sacó una ventaja de 13
puntos sobre los libertarios.
En el salón de eventos de Gonnet hubo un breve cónclave de
Milei, su hermana y el asesor Santiago Caputo, el “triángulo de hierro”
original. Los tres definieron anunciar que habrá “correcciones” para responder
al llamado de atención que dejó la elección bonaerense. Mientras, en las
segundas y terceras líneas libertarias crecía un fuerte clamor para que haya un
recambio de figuras en el elenco oficial y una modificación en la dinámica de
toma de decisiones. “Si no hay sacudón y refresh, estamos mal. Tiene que haber
un cambio absoluto”, dijo un referente libertario muy cercano al Presidente.
En principio, en el primer anillo de Milei advirtieron: “La gestión no se toca y vamos a acelerar con las reformas”. No
confirmaron, en cambio, si habrá cambios en el staff oficial.
A su lado estuvo una porción importante del gabinete: además
de Karina Milei, asistieron Federico Sturzenegger (Desregulación y
Transformación del Estado); Mario Lugones (Salud); Mariano Cúneo Libarona
(Justicia); Luis Petri (Defensa); Patricia Bullrich (Seguridad) y María
Ibarzábal (Legal y Técnica). También el titular de Diputados, Martín Menem.
Por primera vez, subió al escenario de un búnker libertario
asesor presidencial, Caputo, que fue quien le dio los lineamientos al discursos
presidencial. El estratega libertario siempre había visto desde la platea los
mensajes en las noches de elecciones. Pero esta vez se mostró al lado del jefe
de Estado, con los brazos cruzados.
Cuando Milei bajó del escenario, saludó a todos los
funcionarios con un abrazo con excepción de Martín Menem, a quien le dedicó un
apretón de manos sin mirarlo a la cara.
Muy llamativa fueron las ausencias del jefe de Gabinete,
Guillermo Francos -que se había excusado de antemano por una razón familiar- y
del ministro de Economía, Luis Caputo.
Un asesor que trabaja a diario en la Casa Rosada apuntó: “El
principal tema ahora son los mercados. Necesitamos que se deje de hablar de la
interna en el Gobierno y repensar toda la estrategia política, sino estamos un
problema”.
Milei habló de “autocrítica” y de reparar errores, pero al
mismo tiempo ratificó “el rumbo” y el “modelo” de su gestión. “No se retrocede
ni un minuto en la política del Gobierno. El rumbo se reconfirma y lo vamos a
acelerar más. No estamos dispuestos a entregar el modelo. Vamos a continuar
abrazando las ideas de la libertad. Todos a trabajar mañana que hay que sacar a
un país adelante”, dijo el jefe de Estado.
Entre las principales figuras de LLA, en tanto, se
multiplicaron los reclamos para que se produzcan cambios en el equipo. Quien
verbalizó públicamente ese sentimiento fue Daniel Parisini, alias Gordo Dan.
“DT ordene ya al equipo. Acá seguiremos bancando hasta el final. Pero ordene ya
el equipo. Ordene el equipo y venceremos”, escribió en X.
El principal influencer libertario advirtió en las últimas
horas, puertas adentro, que él se comportará como un “átomo suelto” sin reporte
a la Casa Rosada luego de que el último jueves protagonizara un fuerte cruce
mediático con Francos.
Con la dura derrota, los pases de factura subrepticios entre
el ala que responde a Santiago Caputo y los Menem, las dos facciones que desde
hace meses se enfrentan sin matices en el seno del Gobierno, resultaron
inevitables. Desde el sector que responde al estratega presidencial se
escucharon críticas sin piedad hacia las espadas políticas de Karina Milei y
hacia el titular LLA a nivel bonaerense, Sebastián Pareja.
“La interna fue el resultado de diferencias de visión
fundamentales. Con la estrategia electoral en las provincias se detonaron los
acuerdos en el Congreso. Eso generó mayor inestabilidad y complicó los
resultados económicos. Hubo que subir la tasa y enfriar la economía. Y sobre
eso tuviste el AndisGate”, dijo un colaborador del ala caputista que evitó ir
al búnker.
Pareja tomó la palabra antes que el Presidente, pero con un
tono distinto. “Si bien el resultado no es el que uno espera, pese a que uno
está orgulloso del equipo de campaña, sí sabíamos que nos enfrentábamos en el
bastión del kirchnerismo a un aparato muy fuerte”.
Y agregó, en un discurso que recibió muchas críticas de sus
detractores dentro del Gobierno: “Le pedimos al electorado que analice el
comportamiento de hoy. Muchos no fueron a votar o votaron a otras opciones. No
pensamos torcer el rumbo por una derrota electoral”.
En Pro despotricaban. “Espero que haya cambios en serio”,
dijo un importante referente de los amarillos en la provincia de Buenos Aires.
Y se quejó: “Nosotros pusimos la cara pero no nos dieron bola en la estrategia
de campaña”.



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