Un inspector de tránsito municipal, en Bahía Blanca, protagonizó anoche un grave episodio al volante que terminó con su vehículo secuestrado y la confirmación de que conducía en estado de ebriedad.
El hecho ocurrió pasadas las 20 horas, cuando Alfredo Martín Sánchez, de 48 años, al mando de un Peugeot 206, impactó contra un automóvil que se encontraba estacionado. Lejos de asumir la situación, el funcionario se dio a la fuga, lo que derivó en un operativo de seguimiento a través de las cámaras del Centro Único de Monitoreo.
Un llamado al 911 permitió a la Policía Local dar con el conductor en inmediaciones de Zapiola al 900. Allí, Sánchez no pudo exhibir ningún tipo de documentación y fue sometido a un test de alcoholemia, que arrojó un resultado positivo de 1,71 gramos de alcohol por litro de sangre, más de tres veces el límite legal permitido.
El vehículo fue secuestrado y las actuaciones quedaron a disposición de las autoridades competentes. El episodio genera fuerte repercusión dado que el implicado se desempeña precisamente como inspector de tránsito, es decir, en el área encargada de velar por el cumplimiento de las normas viales.



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