El Gobierno prometió al Fondo Monetario Internacional (FMI) reforzar las políticas de ajuste sobre el gasto público. Y como pilar para garantizar el déficit cero, los subsidios a la energía tienen un rol central.
En el staff report de la primera revisión del acuerdo, en el
que el Fondo le perdonó al Gobierno no haber cumplido con la meta de reservas y
flexibilizó los plazos de las auditorías, el Ejecutivo reforzó su plan para que
las partidas destinadas a los subsidios a la energía caigan algo más de 80%
hacia 2030.
En los cuadros que se adjuntan en el reporte, surge que para
este 2025, los subsidios a la energía están previstos en $6,303 billones, un
alza de menos de 22% respecto del año anterior, es decir, muy por debajo de la
inflación.
Para 2026, en tanto, se espera que los subsidios energéticos
insuman $6,316 billones, con lo que perderán fuerte contra la inflación; hacia
2027, el Gobierno estima que sean la mitad de los actuales para llegar a 2030 a
representar $1,150 billones, apenas un 20% de las partidas actuales.
“Continuaremos nuestros esfuerzos para reducir los subsidios
a la energía, garantizando una recuperación adecuada del costo promedio de la
electricidad", planteó el equipo de Luis Caputo, en el renovado compromiso
con el Fondo.
Cambio de esquema y menores subsidios: los planes inmediatos de Javier Milei
Desde que asumió, el Gobierno dio pasos para reducir los
subsidios a las tarifas de luz y gas, con cambios en los umbrales de los
bloques de consumo para los usuarios de bajos y medios ingresos, o elevar el
sobrecargo en el gas natural para financiar el régimen de zonas frías.
También insistió en la necesidad de abandonar los subsidios
por niveles de ingresos para focalizar esos esfuerzos en los sectores más
vulnerables, con un esquema similar a la actual tarifa social.
No obstante, los planes para avanzar más rápido en la eliminación
de la asistencia estatal generalizada se vieron demorados y al menos hasta
julio de 2026, cuando vence la emergencia energética, la segmentación heredada
del gobierno anterior se mantendrá.
En ese marco, ante el FMI, Economía remarcó que para
“mejorar la focalización, la gobernanza y la eficiencia de los programas
sociales", avanzará en la confección de “un registro social único”,
facilitado por la integración de conjuntos de datos sociales.
La presentación de ese registro único de usuarios se prevé
para finales de diciembre, justo cuando cerrará la segunda etapa que el FMI
revisará hacia fines de enero de 2026. Se estima que cruzará los datos no solo
de subsidios energéticos, sino de programas y asignaciones que cada ciudadano
recibe del Estado.



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