Wanda Nara continúa disfrutando de su estadía en México, donde se encuentra por motivos laborales debido a las grabaciones de Love is Blind, el reality de Netflix que conduce junto a Darío Barassi. Tras varios días compartiendo en sus redes sociales únicamente imágenes de paisajes y detalles de su vestuario para el rodaje, la empresaria y conductora volvió a ponerse en el centro de sus publicaciones, mostrando un día de pura relajación junto a sus inseparables compañeros de viaje: Natt Córdoba —su amiga íntima—, Kennys Palacios —su amigo y maquillador— y Hair Malambo —responsable de sus peinados—.
En las primeras postales de su jornada, Wanda aparece navegando en una lancha sobre aguas cristalinas, luciendo un bikini negro combinado con bermudas del mismo tono, gorra oscura y su cabellera suelta. Sentada en la proa, observa con calma el horizonte mientras el sol del atardecer ilumina la escena, creando un marco natural que transmite serenidad. A su lado, una bolsa multicolor aporta un toque vibrante y veraniego, reforzando el aire distendido de la travesía.
Las imágenes no se limitan a mostrar a la conductora, sino que también incluyen panorámicas de acantilados cubiertos de vegetación, palmeras y el mar abierto. La playa se presenta como un escenario idílico: mesas y sillas de madera bajo sombrillas coloridas, barcas artesanales —como una llamada “Natalia Covacho”, pintada en blanco y azul— y la brisa marina que acompaña cada momento.
Entre risas y complicidad, Wanda registró cómo algunos de sus acompañantes se animaron a zambullirse lejos de la embarcación, mientras ella los esperaba en cubierta bromeando. “Dejando a mi team en el mar”, escribió en tono humorístico, evidenciando la buena sintonía y la confianza que existe entre ellos, fruto de varios viajes compartidos en los últimos meses.
Pero la jornada no solo estuvo marcada por el paisaje y la amistad: la naturaleza también tuvo un papel protagónico. En un momento, Wanda fotografió una tortuga nadando con calma bajo la superficie, su caparazón asomando entre las olas. Poco después, un delfín rompió el agua con un salto, regalando una postal única que se convirtió en uno de los puntos más comentados por sus seguidores.
A través de esta secuencia de imágenes y videos, Wanda construyó un relato visual que combina trabajo, placer y conexión con la naturaleza. La narrativa que compartió en redes no es casual: primero mostró el entorno, luego a su equipo y finalmente los momentos más especiales de la jornada, como los encuentros con la fauna marina. Cada publicación refuerza su imagen de mujer multifacética, capaz de alternar con naturalidad la exigencia laboral y el disfrute de experiencias irrepetibles.
En México, entre cámaras, amigos y paisajes de ensueño, Wanda Nara sigue sumando capítulos a una historia personal y profesional que millones de personas siguen minuto a minuto.



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