En una jornada que el oficialismo calificó como “negra” en el Congreso, el Senado de la Nación convirtió en ley dos proyectos clave impulsados por la oposición: la emergencia en la salud pediátrica y el refuerzo del financiamiento universitario. Ambas normas fueron aprobadas con amplias mayorías que superaron los dos tercios de los votos, lo que abre la puerta a que el Congreso pueda insistir en su sanción si, como prometió, el presidente Javier Milei las veta.
La ley de emergencia pediátrica obliga al Poder Ejecutivo a inyectar fondos para financiar el Hospital Garrahan —en conflicto hace dos meses por recortes presupuestarios— y a recomponer los salarios del personal médico, no asistencial y residentes de todas las especialidades, además de eximir del impuesto a las Ganancias las horas extras y guardias en el sector sanitario.
Tras casi cinco horas de debate, el proyecto obtuvo 62 votos a favor y sólo 8 en contra, con el apoyo de un amplio espectro político: kirchnerismo, UCR, Pro, fuerzas provinciales y hasta legisladores que habían sido aliados de la Casa Rosada. Solo la cordobesa Carmen Álvarez Rivero (Pro, alineada con Patricia Bullrich) se sumó al bloque libertario en el rechazo.
El momento más emotivo lo protagonizó el senador cordobés Luis Juez (Pro), padre de una paciente del Garrahan, quien con la voz quebrada expresó:
“No nos pueden robar la última esperanza que nos queda de que algo se puede hacer con nuestros hijos. Esa esperanza se construye en el Garrahan. No sé cuánta plata es, pero lo que necesite el Garrahan, claramente se lo merece”.
Otros senadores apelaron a argumentos económicos y sociales. El catamarqueño Guillermo Andrada (UxP) señaló que “la timba del dólar futuro son cuatro presupuestos del Garrahan” y reclamó priorizar la salud infantil. Natalia Gadano (Por Santa Cruz) afirmó:
“Tratar una ley de emergencia es admitir la ausencia del Estado en instituciones fundamentales. La vida de un niño vale más que cualquier presupuesto”.
La ley dispone una asignación prioritaria e inmediata de recursos para insumos críticos, infraestructura, medicamentos, vacunas, tecnologías médicas y personal esencial. También habilita la compra rápida de materiales mediante mecanismos excepcionales.
Segundo golpe: financiamiento universitario
Horas antes, la Cámara alta había rechazado cinco decretos de desregulación impulsados por el ministro Federico Sturzenegger y luego aprobó por 58 votos a favor, 10 en contra y 3 abstenciones la ley que actualiza las partidas para el sistema universitario nacional.
La norma ajusta los presupuestos según la inflación acumulada de 2023 y 2024, establece una recomposición salarial para docentes y no docentes desde diciembre de 2023 y fija paritarias mensuales. El proyecto replica una iniciativa similar vetada por Milei el año pasado.
El respaldo fue transversal: kirchnerismo, UCR, fuerzas provinciales y parte del Pro votaron a favor, mientras que el oficialismo quedó aislado junto a unos pocos aliados. Entre los opositores al proyecto estuvieron los siete senadores de La Libertad Avanza y tres del Pro: Martín Goerling, Alfredo De Angeli y Carmen Álvarez Rivero. La radical Carolina Losada fue la única de su bloque que lo rechazó.
El senador Fernando Salino (UxP, San Luis) destacó la “muy buena técnica legislativa” del texto y defendió que su objetivo es “garantizar la protección y el sostenimiento de la educación universitaria pública en todo el territorio”.



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