A horas del brutal crimen que conmociona al barrio Juramento, Daiana Sánchez, hija de Mateo Sánchez, el albañil asesinado en la noche del lunes, habló con los medios desde el mismo pasillo donde ocurrió todo. En medio del dolor, relató los dramáticos minutos en los que su padre fue atacado y su hermano, Lucas, resultó gravemente herido por los disparos. El joven permanece internado en estado crítico en el Hospital Interzonal General de Agudos.
La joven, de 31 años, contó que todo comenzó cuando estaban compartiendo una cena familiar. “Escuchamos ruidos y vi que mis hermanas gritaban. Pensé que eran discusiones entre vecinos, algo común en la zona. Vi que alguien salía en moto, creí que era amigo de uno de ellos. Cuando pregunté qué pasaba, empezaron los tiros. Estaba con mi hijo, entré a buscar el teléfono para llamar al 911, pero no llegué. Escuché los gritos y salí. Mi papá ya estaba tirado en el piso”, reconstruyó con voz quebrada.
Mientras intentaban auxiliar a Mateo, los gritos alertaron que Lucas, uno de los hijos varones, también había sido alcanzado por los disparos. “Mi hermana gritó que faltaba Matías. Lo encontramos muy herido, tirado en el pasillo. Pedimos ayuda. Entre varios vecinos lo levantaron y lo subieron a una camioneta, porque la ambulancia no llegaba”, recordó Daiana, aún conmovida por el caos y la desesperación vivida.
Según la joven, el ataque estaría relacionado con conflictos entre los vecinos del fondo del mismo terreno. “Son chicos muy problemáticos, con peleas entre ellos. Nunca los conocimos bien, pero cada tanto venía la policía. Siempre tratamos de mantenernos al margen. Nosotros colocamos hace una semana la puerta de ese pasillo, por pedido del dueño de la vivienda del fondo. Desde entonces, casi no volvieron a aparecer. Creemos que sabían lo que iba a pasar”, reflexionó.
Entre lágrimas, Daiana recordó con orgullo a su padre: “Era un hombre noble, que vivió para ayudar a los demás. Levantó muchas casas en el barrio, era muy querido. La única persona que no vivía con miedo en esta zona ya no está más”. También señaló que el barrio Juramento atraviesa una situación crítica en materia de seguridad. “Desde la calle 39 hasta Mario Bravo está tomado por la delincuencia. Tenemos miedo de salir hasta al kiosco. Vivimos con miedo”.
Por último, Daiana pidió justicia por su padre y fuerza para seguir. “Es muy difícil pensar en continuar, pero hoy nos da esperanza que mi hermano pueda salir adelante. Solo queremos que la investigación avance y que encuentren rápido a los responsables de esta crueldad. Necesitamos justicia por mi papá”.




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