Es la conclusión a la que llegaron los investigadores al
constatar que Fernando Dellarciprete, de 40 años, se arrojó deliberadamente
debajo de un camión a la altura de localidad de San Cayetano, en el kilómetro
69 de la ruta 228, que conduce a Necochea.
De inmediato, en un camino rural a pocos kilómetros de allí,
descubrieron los cuerpos de sus hijos, Tiziano y Francesco, de 10 y cuatro
años, a quienes Dellarciprete habría ahogado en un zanjón: se espera la
confirmación de la causa de muerte mediante el informe preliminar de la
autopsia.
La última escena del horror estaba en la casa familiar,
donde fue encontrado el cadáver de Rocío Villarreal (34), con un corte en el
cuello y la presunción de que fue estrangulada con el cable de un velador. Allí
los investigadores terminaron de atar los cabos y tomó fuerza la versión de que
Dellarciprete estaba detrás de la masacre.
La investigación
El hombre trabajaba en una importante
planta de elaboración de cerveza y tiempo atrás había sido desvinculado. En
esos momentos, ya tenía carpeta psiquiátrica.
En simultáneo con su despido, Dellarciprete habría recibido
una indemnización con la que pudo comprar un camión. Tenía previsto trabajar
con el vehículo, pero le surgieron inconvenientes y los planes no resultaron
como él esperaba.
La fiscal Natalia Ramos, a cargo de la investigación,
confirmó que Dellarciprete estaba siendo asistido en Tres Arroyos por problemas
en su salud mental.
“Estamos convocando a las psiquiatras y a las psicólogas
para que nos expliquen bien cuál era su patología”, adelantó. Una de las
hipótesis es que el hombre había abandonado el tratamiento.
En un reportaje con Ecos Radio antes de que se declarara el
secreto de sumario, Ramos dio detalles sobre la familia y su entorno: “No
tenemos información que indique que había algún conflicto y no había denuncias
penales previas”.
“Realmente los familiares se sorprendieron con la situación
al igual que los vecinos, ya que nada indicaba que esto podía llegar a terminar
así”, precisó la fiscal.
Tanto Dellarciprete como Villarreal solían publicar en redes
sociales fotos junto a sus dos hijos. A fines del año pasado, la mujer mostró
imágenes de la Navidad y el Año Nuevo junto a Tiziano, Francesco y su marido.
También compartía fotos de los viajes que hacían o de las tardes que pasaban en
algún camping.
Rocío realizaba masajes en la casa familiar y vendía
sahumerios: varios de sus posteos dan cuenta de que actualmente se dedicaba a
esa actividad.
El último movimiento en el perfil de Facebook de
Dellarciprete fue el 16 de abril pasado, cuando cambió su foto de portada por
una imagen de su familia al estilo Ghibli, creada con inteligencia artificial.
En sus redes sociales se pueden ver numerosas fotos
familiares, donde él aparece junto a su esposa y sus hijos.
“Es una ciudad chica y todos nos conocemos. Tres Arroyos
está absolutamente conmocionada porque nadie esperaba una situación así”,
agregó Ramos.
También habló Jonathan Luna (36), el camionero que arrolló a
Dellarciprete. “El hombre se arrojó contra el camión y no pude hacer nada. Yo
viajaba en sentido a Tres Arroyos y esta persona, aparentemente, lo hacía rumbo
a Necochea”, relató a Ecos Radio.




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