"Mami, quedate tranquila que estoy bien", alcanzó
a decir Lucía Rubiño (16) la madrugada del 15 de octubre de 2023 en la puerta
de la casa de su amiga, en San Juan. Eran las 3.20 y salió a esperar que fueran
a buscarla. No estaba sola, sino con su novio y una amiga, cuando el impacto de
un auto que se subió a la vereda la aplastó. Estuvo consciente algunos minutos,
llegó a hablar con su mamá, pero cuando llegó al hospital ya no hubo nada que
hacer.
Por el hecho hubo dos adolescentes acusados: uno está imputado
por "homicidio culposo" y el otro, hijo de juez federal, actualmente
de 19 años, fue sobreseído. Todo se originó por un peligroso reto que
practicaban los conductores: se enfrentaban a toda velocidad y el que
volanteaba primero para evitar el choque, perdía.
"Es todo impotencia porque uno de ellos es hijo de un
juez, no le sacaron ni el carnet, se fue de la provincia", se lamenta
Jorge Rubiño (51), el papá de Lucía, que es panadero y vive en Albardón, un
departamento a 10 kilómetros del centro de la provincia.
Jorge está enojado. Dice que lucha "por el honor de
Lucía" porque nada se "la devuelve". Y remarca: "Esto no es
una cuestión de plata, yo no quiero nada. Quiero justicia por mi hija".
La noche de la tragedia, los vecinos ya habían llamado al
911 denunciando que corrían picadas. Dos jóvenes, uno en un Renault Sandero y
otro en una Toyota Hilux conducían a gran velocidad en las calles internas del
barrio Profesionales de San Juan, una especie de barrio privado pero con acceso
público.
Los agentes llegaron, les pidieron que se fueran y tomaron
los datos de una patente que, poco después, estaría involucrada en una muerte.
Los adolescentes se fueron cuando llegó la Policía, pero
poco después regresaron y continuaron con el "juego".
Entre ellos estaban Juan Pablo Echegaray, el hijo del juez
federal Hugo Carlos Echegaray, y un adolescente de 17 años cuya identidad se
preserva por ser menor de edad al momento del hecho, pero cuyas iniciales son
N.M. Los dos fueron imputados por el "homicidio culposo" de Lucía.
"Tengo videos de cómo fue el accidente, es muy claro el
momento en el que él (por Echegaray) le echa la Hilux encima. La defensa trae
peritos de Mendoza, la fiscalía aportó los propios y después yo presenté unos
peritos de Salta. El fiscal dice que todos los peritos dicen que circulaba por
su carril, que pasó 10 centímetros del carril. Pero en las imágenes se ve
claramente que iba por la mitad de la calle", se queja Jorge.
El hombre ni siquiera pudo presentar sus evidencias al juez
porque el fiscal Iván Grassi pidió el sobreseimiento de Echegaray y el juez de
Garantías Javier Figuerola se lo concedió.
El menor manejaba un Renault Sandero y fue quien
"despistó", se subió a la vereda y atropelló a Lucía. Estuvo 60 días
institucionalizado en una dependencia de menores.
Quién es el hijo del juez federal
Echegaray nunca estuvo detenido, incluso la Justicia lo
autorizó a irse a vivir a Mendoza, no asistió a ninguna audiencia y se radicó
en esa provincia para estudiar.
El joven manejaba la Toyota Hilux y algunos de los testigos
advirtieron que jugaba un "desafío" con el conductor del Sandero. En
los videos de la calle Zonda se los ve ir y venir de un lado a otro a alta
velocidad.
En uno de estos "juegos", los vehículos se
enfrentaban a toda velocidad hasta quedar al borde de chocar. El perdedor sería
el primero en dar el volantazo para evitar el impacto.
Una de las hipótesis de la investigación apuntaba a estas
maniobras como el principal motivo del impacto. El conductor del Sandero fue el
que volanteó, se subió a la vereda y mató a Lucía.
Para el fiscal Grassi, los testimonios son
"contradictorios" sobre la maniobra y no permiten sostener la
acusación.
Así las cosas, Echegaray solo quedó imputado por
"conducción imprudente", presuntamente por realizar picadas
previamente, a las 1.30. Pero le quitaron responsabilidad en la maniobra que
terminó con la vida de Lucía.
La Justicia, una "vergüenza total"
José García es el padrino de Lucía y acompaña a su familia
en el pedido de justicia: "Ha quedado en evidencia la vergüenza total que
es la Justicia", se queja.
También recuerda que, durante una de las audiencias, el
fiscal Grassi llamó al imputado "Juampi", lo que interpretaron como
un signo de "confianza y de parcialidad".
El sobreseimiento fue apelado por la familia de Lucía, que
espera que un nuevo juez revise la argumentación de Grassi. Quieren ir a juicio
para exponer las evidencias y "demostrar que los responsables fueron
dos".
El fiscal aseguró, contradiciendo la versión de la familia,
que las pericias de la "Justicia de Menores, del Ministerio Público de
Mendoza, la querella y la defensa" coincidirían en que el Renault Sandero
era el que invadía el carril contrario antes del choque, que "Echegaray
conducía a baja velocidad y por su carril correcto".
Para Grassi, "aunque Echegaray invadió mínimamente el
carril contrario segundos antes del accidente, fue una reacción instintiva al
vehículo Sandero que circulaba en contramano y realizaba maniobras peligrosas.
El culpable principal fue el conductor del Sandero, que no evitó el
impacto", indicó el sobreseimiento publicado por Diario Libre de San Juan.
"El juez de Garantías no puede tener conocimiento de lo
actuado en la investigación. Se apela a la buena fe procesal, ese es el
principal cuestionamiento que hago desde que a mí me notifican el
sobreseimiento", explica a Clarín el abogado representante de la querella
Marcelo Fernández Valdez.
"No puede decir que las cuatro pericias coinciden
porque nuestros peritos dicen que Echegaray ingresa por su carril y se termina
desviando, la maniobra que hace antes de detenerse es la que provoca que el
Sandero se desvíe y suba a la vereda, aplastando a Lucía", completa.
La discusión se redujo a los centímetros que los conductores
invaden del carril del otro antes del impacto y no sobre si efectivamente
corrían picadas, lo que los convertiría en partícipes necesarios del hecho.
Las controversias alrededor del caso giran en torno a la
insistencia para que la causa ni siquiera llegue a juicio.
"En otros casos vemos un sobreseimiento y es la
fiscalía la que se opone y obliga a ir a juicio para determinar la absolución,
porque es allí donde se exponen todas las pruebas", argumenta Fernández,
pero advierte que "acá se tomaron siete audiencias para explicar al juez
que no había que acusar".
San Juan se rige por el sistema acusatorio, es decir que
delega la instrucción en el fiscal. "El juez de Garantías es un juez del
proceso, no de juicio. El actúa como veedor de las garantías procesales, no de
las pruebas. El Código es muy claro y pide una prueba concreta para dictar
sobreseimiento y acá hay debate, debería definirse en el juicio", coincide
Ludmila Derka, que también representa a la familia de la joven.
La audiencia de impugnación, en la que los abogados de la
familia de Lucía argumentarán su queja, ya tuvo dos jueces que se excusaron y
este jueves sortearon el tercero. Se espera que en los próximos días se defina
su situación.




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