Increíbles fueron los momentos que se vivieron en la previa
al cruce entre River y Monterrey, disputado en el estadio Rose Bowl de Los
Ángeles. En un ambiente mucho más nutrido con respecto al debut ante Urawa Red
Diamonds (3-1), los hinchas millonarios pudieron presentarse en mayor cantidad
a alentar al equipo de Marcelo Gallardo. Sin embargo, en los alrededores del
estadio y, luego, en la tribuna, surgieron dos situaciones idénticas demasiado
curiosas que generaron un mismo desenlace: dos personas quisieron ingresar al
estadio con la camiseta de Boca puesta.
Los fanáticos riverplatenses, que estaban reunidos en las
afueras del estadio a la espera del ingreso a las tribunas, estaban disfrutando
de esos últimos minutos en los que aún no ingresan a pleno ni la ansiedad ni
los nervios. Sin embargo, todo pasó de la serenidad a la alteración cuando
vieron pasar a un hombre que se dirigía a las puertas del estadio con una
camiseta de Boca.
Es conocida la pasión de los hinchas argentinos, que muchas
veces se transforma en la violencia que tantas veces se ha visto. Su actitud no
parecía ser la de un verdadero fanático xeneize, porque ante los insultos que
comenzó a recibir parecía totalmente sorprendido: abría los brazos, casi que no
se inquietaba ante tamaña situación, mantenía sus gafas puestas y debieron
insistirle para que saliera de una zona que de la calma pasó a una hostilidad
imprevista.
🇦🇷😡 La bronca de los hinchas de River Plate luego de cruzarse una persona con la CAMISETA DE BOCA en la previa del cruce ante Monterrey.
— JS (@juegosimple__) June 22, 2025
🗣️ “SOS UN PROVOCADOR. SACATE ESA CAMISETA”. pic.twitter.com/4EhpoUOrsU
“¡Sacate la camiseta, bostero! ¡Sos un provocador!“,
comenzaron a gritarle los hinchas de River que lo rodeaban, entre insultos y
ademanes. El hombre parecía no simular su asombro en busca de seguir ahondando
en la bronca delos demás y resulta que todo tenía una explicación: se trataba
de un mexicano que reside en Miami y se acercó con la intención de alentar al
equipo de su país, aunque con la remera de Boca para transmitir cierta gracia.
Claro, lejos estuvo en todo momento de comprender la
gravedad que significa para los hinchas argentinos vestir la camiseta del
máximo rival en sus caras, sobre todo en un contexto así. La cuestión, sea como
fuere, es que su aparición exasperó a la gente y la seguridad norteamericana
debió sacarlo del lugar.
Eso no fue todo, porque dentro del estadio sucedió algo
similar. De repente, entre la muchedumbre millonaria, que ya se encontraba a la
espera del inicio del cotejo, apareció un hombre con otra camiseta de Boca.
Ahí, la situación generó una mayor revolución: insultos cerca de su cara, señas
amenazantes e intentos de golpearlo, sobre todo cuando nuevamente la seguridad
debió cuidarlo y sacarlo.
Eso sí, antes de ser rescatado, entendió perfectamente que
debía quitarse la camiseta, el primer pedido de la hinchada. Y cuando empezó a
pasar por al lado de quienes lo repudiaban, se generó el mayor conflicto, con
empujones para frenar la bronca de los presentes. Así, fue retirada del Rose
Bowl, mientras que al anterior no le permitieron el ingreso.




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