Un camionero porteño mantuvo un trío sexual con dos chicas
de la localidad santiagueña de Frías. Sin embargo, al momento de efectivizar la
tarifa, una de las trabajadoras tomó el celular del transportista y transfirió
a su cuenta cuatro veces más de lo pautado, por un total de $30.000.
En principio, el conductor había estacionado el vehículo en
una estación de servicio ubicada en intersección de la ruta 157 y Senador Salim,
en Santiago del Estero. Mientras descansaba, dos chicas lo despertaron
sobresaltado. Las jóvenes, que estaban producidas y vestidas para la ocasión,
lo persuadieron y tuvieron relaciones sexuales a lo largo de 50 minutos. Por
supuesto, el sujeto dio el visto bueno y convino la transacción en un total de
$8.000 por cabeza. A la primera de las chicas, por lo pronto, le pagó en
efectivo, pero notó que no contaba con más sencillo.
En ese momento, la otra participante del trío le sugirió que
llevara a cabo el intercambio mediante una transferencia. De hecho, ella misma
se ofreció a ejecutarlo: completamente desprotegido, le cedió su celular a la
acusada, pero no advirtió que le quitó mucho más de lo que habían arreglado.
Cuando le devolvió el teléfono, el individuo se sorprendió de inmediato, pero
tardó en reaccionar.
De un salto, aterrizaron en la calle, le arrebataron el
dispositivo y se escaparon rápidamente. Avergonzado y furioso, el camionero les
contó los hechos de manera detallada a los efectivos de las fuerzas de
seguridad, que hasta ahora no pudieron dar con las prófugas. Debido al estado
somnoliento del chofer, se volvió complejo poder identificarlas.




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