Susana Zenteno, intendenta de Valle Viejo, en la provincia
de Catamarca, tiene una denuncia penal en su contra y un pedido de juicio
político que busca firmas en su ciudad, luego de haber abandonado sus funciones
desde el 22 de mayo. Su ausencia se hizo notoria en los actos por el 25 de mayo
que organizó el municipio a su cargo, pero se convirtió en una discusión
política para la localidad cuando comenzó a circular una historia de Instagram
de una de sus hijas con una playa de fondo.
Ante la falta de explicaciones de su paradero, la producción
de la emisora local, Radio Valle Viejo, se comunicó con el hotel Iberostar de
República Dominicana, y la recepcionista confirmó que tanto Susana Beatriz
Zenteno, como su hija, Marianela Sosa Zenteno - que también es funcionaria
municipal - se encontraban hospedadas allí.
Ante la repercusión que tomó el episodio, los dirigentes
opositores a la gestión de Zenteno en Valle Viejo no tardaron en redactar
pedidos de informe y presentaciones de distinto tipo para exigir que la
intendenta, de extracción peronista, explique su situación.
El presidente de la Juventud Radical en Catamarca, Ángel
Barrios, decidió acudir directamente a la Justicia provincial. El joven
entendió que la funcionaria incumplió con sus deberes de funcionaria pública al
dejar acéfalo el Poder Ejecutivo de la Ciudad sin realizar las formalidades que
la ley exige. También consideró en su escrito que “la naturaleza y el costo del
viaje generan razonables sospechas sobre el origen de los fondos utilizados”,
por lo que también pidió que se la investigue por malversación de fondos
públicos y presunto enriquecimiento ilícito.
El escándalo en la comuna escaló con las declaraciones del
presidente del Concejo Deliberante, Lucas Cisterna, quien aseguró que nunca le
avisaron que la intendenta estaba de viaje. “Nos dijeron que estaba enferma”,
indicó en declaraciones a los medios locales.
En efecto, se conoció una nota firmada por una colaboradora
de la intendenta Zenteno, en la que notifican al concejal Cisternas que debía
hacerse cargo del Ejecutivo municipal debido a una “indisposición
sobreviniente”. Allí se le indica al edil que debía ejercer tales funciones
hasta este jueves.
Cisternas se mostró incómodo por la situación. “El día
sábado a la tarde me llamaron por teléfono diciéndome que la señora intendenta
estaba enferma, que no podía asistir al desfile del domingo”, dijo Cisternas.
Barrios, como denunciante, amplió su acusación: en su
escrito sostuvo que Cisternas y todos los funcionarios que estaban al tanto de
la ausencia, supuestamente irregular, de Zenteno, debían denunciar la situación
o incurrirían en un “encubrimiento”.
Además, como parte de la presentación, se conoció un
registro de la dirección de migraciones en donde consta que la intendenta salió
del país, desde la provincia de Córdoba, el 22 de mayo al mediodía.
La difusión del episodio generó una polémica en la ciudad,
de 35 mil habitantes, en la que aún no se conoció la versión de la propia
Zenteno.
Sí esbozó una defensa de la situación uno de sus
funcionarios. Se trata del secretario general del municipio, Rolando Contreras,
quien confirmó el viaje de la intendenta aunque dijo que se trató de sus
vacaciones, negando que esto represente una irregularidad.
“La intendenta hizo uso del derecho a un receso laboral”,
dijo Contreras en declaraciones que reproduce el diario local El Ancasti. Luego
justificó la desprolijidad en su salida al afirmar que “se olvidó” de firmar el
decreto para que el presidente del Concejo Deliberante la reemplace
transitoriamente en sus funciones.
“El decreto que comunicaba el traspaso no fue rubricado
antes del viaje por una omisión. Se olvidó ella de firmarlo o alguna de sus
asistentes de hacerlo firmar, lo cierto es que se fue y se olvidó de firmar”,
indicó Contreras en el mismo medio.
Luego quejó de las repercusiones que tuvo el caso. “Eso no
es un delito o un acto ilícito”, afirmó.




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