Según consta en la denuncia, el trabajador rural se retiró
del establecimiento el sábado 24 de mayo alrededor de las 18 horas, casi al
anochecer. Al regresar este lunes a las 8 de la mañana, realizó una recorrida
en su camioneta y advirtió que uno de los alambrados del campo —de siete hilos—
se encontraba cortado y caído.
Ante esta situación, regresó al puesto donde reside, ensilló
su caballo y volvió al lugar para inspeccionar el potrero. Durante la
recorrida, halló restos de un ternero de raza Aberdeen Angus negro, de
aproximadamente 350 kilos, al que habían faenado. En el lugar solo quedaron la
cabeza y las vísceras, abandonadas entre los pajonales.
El establecimiento afectado tiene unas 1.100 hectáreas
destinadas tanto a la agricultura como a la cría de ganado.




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