La interna del peronismo en la provincia de Buenos Aires atraviesa horas decisivas. Con la mira puesta en las elecciones de este año, el debate en torno a la suspensión de las PASO y la posibilidad de desdoblar los comicios provinciales respecto de los nacionales genera una fuerte tensión entre el gobernador Axel Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.
Este martes será una jornada clave en la Legislatura bonaerense. La Cámara de Diputados tiene previsto tratar, desde las 14 horas, el proyecto presentado por el legislador massista Rubén Eslaiman que busca suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. El texto llegará al recinto con modificaciones: en lugar de eliminar directamente las PASO, plantea realizar las elecciones en forma concurrente, es decir, el mismo día que las nacionales, pero con urnas diferenciadas. Una jugada que busca condicionar la estrategia de Kicillof.
Tanto Cristina como Massa han cerrado filas en torno a esta alternativa. La prioridad del núcleo duro kirchnerista y del tigrense es evitar que la provincia se desmarque del calendario electoral nacional, algo que consideran que podría debilitar al peronismo en un momento en el que la conducción política atraviesa un fuerte reacomodamiento.
No obstante, el gobernador bonaerense aún conserva la posibilidad de desdoblar formalmente los comicios provinciales. Incluso podría anunciarlo antes o después de la votación legislativa, lo que mantiene en vilo a la dirigencia y expone la fragilidad de los acuerdos internos.
Desde el entorno de Massa aseguran que, si no se logra avanzar con ninguna reforma, se mantendrán las PASO y será Kicillof quien defina la fecha. “Serán tres elecciones, producto de la reforma que impulsó el Gobierno de Javier Milei”, apuntan, aunque reconocen que “en la mayoría de las secciones no hay espacio para internas”.
Cruces políticos y tensión en redes
El enfrentamiento, que se cocina desde hace meses, se intensificó en las últimas horas y se trasladó incluso al plano virtual. Este martes, mientras Kicillof encabezaba un acto con Barrios de Pie en La Plata, La Cámpora difundió una carta abierta en X titulada “Una sola Nación, una sola Provincia, una sola elección”, en la que plantea una dura crítica a la idea de desdoblar los comicios.
En el escrito, acusan al gobernador de fragmentar la estrategia electoral y señalan que adelantar la votación implicaría una enorme carga logística, presupuestaria y operativa para la provincia, agravada por los pocos meses que restan antes de la elección. También advierten que dividir la elección en ocho secciones con boletas distintas “balcaniza al peronismo” y dispersa sus fuerzas entre lo nacional y lo local.
Kicillof respondió desde el escenario: “Milei impulsó un sistema electoral caótico, con boleta única de papel y dos urnas distintas. Esa elección es un problema. Una posible solución para garantizar el voto de la gente es hacerlo en días distintos. La mayoría de los gobernadores desdoblaron”. Sin embargo, evitó hacer un anuncio formal, dando margen a que las negociaciones continúen.
Disputa por el liderazgo del peronismo
Más allá de la cuestión técnica o logística, lo que está en juego es mucho más profundo: el control del peronismo bonaerense. Kicillof busca mayor autonomía y evita seguir a rajatabla las directivas del kirchnerismo clásico, mientras que Cristina Kirchner y Máximo consolidan una alianza con Sergio Massa, que hoy aparece como el interlocutor privilegiado del espacio con otros sectores.
Aunque todos aseguran que aún hay margen para el diálogo, nadie parece dispuesto a ceder en sus convicciones. Desde el massismo aseguran que la salida ideal sería “un acuerdo amplio, que cuente con el respaldo de todos”. Los más optimistas creen que ese consenso llegará con el sello de la unidad que intentan consolidar Massa y Máximo Kirchner.
Por lo pronto, lo único claro es que este martes se aprobará la suspensión de las PASO en Diputados. Pero la fecha exacta de los comicios y el rol que jugará Kicillof siguen siendo un misterio. Y mientras tanto, el peronismo bonaerense sigue al borde del quiebre.




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