Los días de “La Toretto” en la cárcel: qué la enoja, cómo se lleva con sus compañeras y su rol en el pabellón

Felicitas Alvite aún no pudo regresar a su casa luego de que la Justicia le concediera el arresto domiciliario. La joven, detenida por la muerte de Walter Armand, el hombre de 36 años que murió tras ser atropellado por Alvite en La Plata, aguarda que la Suprema Corte bonaerense se expida tras un recurso presentado por los abogados del motoclicista fallecido.

 

“Va a salir en breve”, aseguró una fuente cercana al expediente. Alvite fue detenida el 2 de mayo de 2024: primero pasó dos días en la DDI de La Plata, luego fue trasladada a la Comisaría 1° de La Plata y desde el 14 de ese mes fue alojada en el pabellón de mujeres de la Alcaidía N°3 de Melchor Romero. “Si no incumple las condiciones que le imponga el tribunal, permanecerá en su domicilio”, explicaron.

 

Previo a que la Justicia le concediera el arresto domiciliario, la defensa de Alvite indicó que la joven padeció ataques de pánico y estrés postraumático tras el hecho. Flavio Gliemmo, su abogado, le dijo a este medio que “actualmente está en tratamiento psicológico” y que “sufre mucho, muchísimo, pero es joven y se va a reponer”.

 

“La Toretto”, como se hacía llamar ella en sus redes sociales, recibe todos los viernes la visita de sus seres queridos y de sus abogados. En la cárcel tiene el mismo tiempo libre que el resto de las reclusas y ocupa sus días con tareas de limpieza en el pabellón. También lee libros y revistas que le acercan sus familiares.

 

Gliemmo remarcó que su defendida no protagonizó ni sufrió ningún hecho violento en la cárcel y que “es muy querida por sus compañeras, dado que colabora con ellas y es una más”.

 

En una entrevista previa, Gliemmo le expresó a este medio que Alvite “es la antítesis de Toretto” y que el seudónimo se lo puso “para sumar seguidores en sus redes red, tal y como pasa con miles de usuarios. Es lógico que hubiera deseado no hacer esa publicación”.

 

También reconoció que la joven tiene comunicación con el mundo exterior, que ve y escucha lo que se habla de ella y que “la enoja las inexactitudes que se dicen”, aunque sin dar especificaciones al respecto: “Está enfocada en sus seres queridos, y seguramente cuando esté en su casa hable”.

GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo