“Hay que tener cuidado con los chorros que vienen a hacer la temporada” es una de las frases más repetidas en la historia de los veranos marplatenses. También describe una de las razones por las cuales hace ya mucho tiempo se lleva a cabo el famoso “Operativo Sol”, actualmente denominado “Operativo De Sol A Sol”, porque con la afluencia de más personas debe reforzarse la presencia policial para prevenir delitos.
El siguiente es un caso testigo, y doble, del accionar de
los “ladrones turistas”. Todo comenzó el pasado 9 de enero, cuando un
delincuente de 37 años oriundo del barrio porteño de Flores fue detenido junto
dos cómplices, un hombre y una mujer provenientes de Salta y Tucumán, por
intentar abonar la cuenta de un reconocido bar céntrico con tarjetas de débito
y crédito robadas.
Sin embargo, la situación no terminó allí. Días después, la
policía volvió a atraparlo (ya que horas después del primer hecho recuperó su
libertad) por otro episodio similar.
La nueva investigación comenzó el 20 de enero, cuando un
turista de 53 años denunció el robo de su billetera con documentos, tarjetas de
crédito y débito, y otros elementos mientras se encontraba de vacaciones en la
ciudad. El lamentable episodio ocurrió en el Paseo Jesús Galíndez, donde la
víctima había dejado su vehículo estacionado correctamente.
Al regresar al rodado, pasadas las 14.30, el hombre constató
la sustracción de sus pertenencias. Más tarde, descubrió que las tarjetas
habían sido utilizadas para realizar compras por un total de $3.685.863 con las
tarjetas robadas.
La investigación del caso comenzó a partir de las denuncias
de otros ilícitos similares en los que se utilizaban los famosos inhibidores de
alarmas. La policía, mediante vigilancia y seguimiento, identificó al
sospechoso en un comercio de joyería en la calle Belgrano al 2100, donde días
antes había realizado una compra por $620.000 con la tarjeta de crédito
sustraída al turista. El propietario de la joyería reconoció al imputado,
identificado como Rubén Oscar Robledo, quien fue detenido en el lugar.
El delincuente quedó alojado entonces otra vez en la Unidad
Penal N° 44 de Batán, ya que efectivamente tenía en su poder un “inhibidor”,
que fue secuestrado. Sin embargo, luego recuperó otra vez la libertad.
Durante la investigación, se realizó un allanamiento en dos
domicilios, en donde los efectivos se incautaron de elementos clave, como una
base cargadora de inhibidor y una llave copiadora de señal, que están
directamente relacionados con los ilícitos cometidos. La pesquisa, añadieron
las fuentes, continúa para determinar la magnitud del modus operandi del
imputado y su posible vinculación con otros robos similares.
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