Ya nadie puede negar que el uso de códigos QR ha pasado a formar parte integral de nuestra vida cotidiana. Desde menús descargables en restaurantes hasta pagos digitales, estos códigos parecen estar en todas partes para simplificarnos un poco la vida. Pero, como pasa usualmente con estos avances tecnológicos, los códigos QR también han pasado a captar rápidamente la atención de ciberdelincuentes que buscan aprovecharse de los usuarios desprevenidos.
El quishing, que es un juego de palabras entre phishing y
código QR, es una forma emergente y muy sofisticada de ciberataque. En este
artículo exploraremos cómo funciona, cómo está evolucionando y qué precauciones
podemos tomar los usuarios para protegernos.
Qué es el quishing
Esta nueva forma de estafa implica el uso de códigos QR
maliciosos que, al ser escaneados por el usuario, redirigen a sitios que son
fraudulentos. Estas webs pueden intentar robar información personal, como
contraseñas y credenciales de inicio de sesión, o incluso instalar malware en
el celular.
A diferencia de los ataques de phishing tradicionales, donde
se utilizan enlaces de texto que pueden ser identificados visualmente en un
mail o mensaje, los códigos QR funcionan "enmascarando" el destino
final, lo que los hace más difíciles de detectar antes de ser escaneados.
Un ejemplo común de quishing es el uso de códigos QR en
mails que aparentan ser legítimos. En ellos se le solicita a los usuarios que
re-autentiquen su acceso a sistemas de autenticación multifactor (MFA). Este
tipo de ataque puede engañar incluso a usuarios más desconfiados, ya que los
códigos QR parecen visualmente confiables, pero no sabemos nada sobre su
contenido hasta que los escaneamos y ya es demasiado tarde.
La evolución del quishing
El quishing ha ido evolucionando rápidamente en estos
últimos meses. Al principio los ciberdelincuentes enviaban solicitudes simples
de re-autenticación de MFA, pero en la actualidad se ha descubierto que algunos
de estos códigos QR no son imágenes reales, sino que están generados mediante
caracteres ASCII incrustados en el código HTML de los correos electrónicos.
Poniéndolo en palabras más sencillas: están usando un truco
que es invisible a los sistemas de detección automática que buscan imágenes
peligrosas. Gracias a este engaño, estos códigos no son identificados como
amenazas.
Este avance en la técnica de quishing, conocido como
"QR Code 3.0", representa el desafío más novedoso e importante hasta
ahora para los sistemas de ciberseguridad. Como sucede en todos los casos, los
atacantes encontraron maneras de sortear las defensas, aprovechando las vulnerabilidades
que ya existen en las herramientas de protección tradicionales. De esta forma,
los usuarios quedan expuestos a enlaces maliciosos ocultos detrás de lo que
parece ser un simple código QR.
Cómo protegerse del quishing
Para evitar caer en este tipo de ataque, es fundamental
adoptar algunas precauciones, pero especialmente tres, que veremos a
continuación.
En primer lugar, no hay que confiar ciegamente en los
códigos QR: siempre debemos verificar primero la fuente antes de escanear un
código. Si nos llega un mail que nos solicita escanear un código QR,
asegurémonos primero de que provenga de una fuente confiable. La ley de la
desconfianza es siempre la mejor compañera ante una posible estafa.
En segundo lugar, una recomendación que vale para enfrentar
prácticamente cualquier amenaza: debemos mantener nuestros dispositivos siempre
actualizados. A su vez, es recomendable utilizar alguna aplicación de seguridad
en nuestros celulares que incluya herramientas de verificación de códigos QR.
Estas aplicaciones pueden escanear el código y detectar amenazas antes de que
nuestros dispositivos accedan al sitio web malicioso.
Por último, debemos educarnos a nosotros mismos y alertar a
los demás. La conciencia sobre este tipo de ataques es esencial. Compartamos
información con familiares, amigos y compañeros de trabajo para que estén al
tanto de los riesgos del quishing y no escaneen códigos QR sin saber de los
peligros que hay detrás.
Lamentablemente, el quishing llegó para recordarnos que, en
el mundo digital en el que vivimos, ningún método es infalible ni está libre de
riesgos. Pero también nos sirve para entender que, a medida que los ataques se
vuelven más sofisticados, nuestra mejor defensa sigue siendo el conocimiento y
la precaución.
.gif)



Redes