Ambos distritos mostraron, de manera
coordinada en la última semana, operativos de secuestro, mayores controles en
las calles y el secuestro de motos.
Hasta hubo reuniones de los responsables en
seguridad para avanzar con una agenda común.
El fin de semana último el municipio que
comanda Gustavo Barrera retiró de las calles 20 motocicletas por distintas inconsistencias
y faltas.
La preocupación es que los conductores de
motos reformados de ambas comunidades tienen grupos en común y organizan
carreras en lugares que definen y hasta pueden ser céntricos en estos
municipios. Muchos están identificados y fueron grabados con cámaras municipales
y, por eso, quieren secuestrar esos rodados.
Pinamar irá más allá, se enviará al HCD una
reforma del Código de Faltas para aumentar 10 veces las multas por ruidos
molestos de motos. La idea es que el infractor deba pagar 2,5 millones de pesos
cuando en la actualidad la falta se pena con unos 255.000.
El mes pasado, en el municipio comandado
por Juan Ibarguren se identificó a un joven de Madariaga mientras hacía
maniobras peligrosas sobre la Avenida Bunge al cual grabaron automovilistas y
las cámaras municipales.
El problema, siempre, para las autoridades
es el de evitar una persecución dado que ponen en riesgo a terceras personas.
Esta mañana las autoridades pinamarenses
destrozaron más de una treintena de caños de escapes modificados.




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