El atraso en la conclusión de obras clave, una deficiente
programación de compras y un invierno anticipado formaron un combo perfecto
para que la Argentina atraviese un nuevo invierno con problemas en el
suministro de gas.
Cuando el grueso de la población confiaba en que la
construcción del gasoducto desde Vaca Muerta era la solución definitiva,
apareció una situación climática anómala y se multiplicaron los problemas.
Ante la coyuntura el Gobierno declaró la pre emergencia
energética lo que disparó el corte de suministro a los usuarios con contratos
interrumpibles.
Consultado por NA, el ex secretario de Energía Daniel
Montamat describió un panorama complicado para los próximos meses.
“Se anticipó el invierno y estamos demandando unos 140 m3
por día al duplicarse la demanda residencial que es de 70/80 m3”, detalló, al
tiempo que aclaró que “el sector industrial está en semi recesión en las
distintas partes del país porque si no hubiera trepado más”.
Montamat señaló que desde el “lado de la oferta tenemos
el problema que Bolivia nos está
mandando menos gas y deberíamos haber empezado antes las obras de reversión del
gasoducto del Norte para inyectar el gas de Vaca Muerta. Esas obras han
empezado pero no van a estar para el invierno, con lo cual se van a sentir las
restricciones en la zona norte del país”.
Añadió que el gasoducto “Neuba III (que trae el gas de Vaca
Muerta) está iniciado y terminado en una primera etapa y está transmitiendo 11
millones de m3 por día y debería estar transportando el doble”.
A su vez, también marcó que “hay una demora en las obras de
comprensión para que por el mismo caño entre a pasar más gas”.
Montamat indicó que por una mala programación “se importaron
20 barcos de GNL y posiblemente se hayan tenido que haber importado más”.
El especialista señaló que “en resumen, se anticipó el
invierno, creció al demanda y hay que despejar cuellos de botella. Gas hay,
pero está faltando logística y un poco de articulación y programación”, remató.
Un diagnóstico similar realizó Emilio Apud, quien también
ocupó el cargo de secretario de Energía, pero con especial énfasis en los
errores que se produjeron con la construcción del gasoducto NEUBA III “mal
llamado Néstor Kirchner”.
Tras enumerar sus discrepancias por la construcción y el
manejo de la empresa ENARSA durante el invierno pasado, Apud remarcó a esta
agencia que “el gasoducto se inauguró cinco veces y está por la mitad”.
El ex funcionario también puntualizó que por el ducto
circulan sólo 11 millones m3 cuando debieran transportarse 22 millones m3.
“El invierno llegó antes y el Gobierno tenía prevista
importaciones de 20 barcos y ahora pidió 10 más, pero mientras tanto para que
las centrales eléctricas no sustituyan todo el gas por gas oil que es más cinco
veces más caro, entonces se recurre a cortarle el gas a quienes tienen
abastecimiento interrumplible”, añadió.
Si bien admitió que el heredó una situación complicada, Apud
consideró que “este Gobierno también se durmió un poco en los laureles ya que
tendría que haber evaluado acelerar los pagos a las firmas que están haciendo
las plantas compresoras para contar con 10 millones m3 más diarios porque en
última instancia, lo que se le estaba adeudando para que continuaran con los
trabajos era del orden de los U$S 35/40 millones que no es nada en comparación
con lo que cuesta la importación de gas o de gasoil”.
Por su parte, la ex subsecretaria de planificación
energética y directora de la Fundación Encuentro, Cecilia Garibotti afirmó que
“el año pasado nos aseguramos con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner
podamos abastecer al país con gas local, que se tenía que complementar con
plantas compresoras y con la reversión del Gasoducto Norte, pero todas estas
obras las frenó el gobierno actual”.
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