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MADARIAGA: Los allanamientos por cuevas cambiarias llevaron a la apertura de causas por presuntas estafas


La región aún no sale del asombro del anticipo de CNM de inicios de marzo acerca del descubrimiento de una camioneta con 42.000.000 de pesos en la Ruta 74. Hace casi una semana este portal informó primero acerca de 8 allanamientos en Villa Gesell y Pinamar por cuevas cambiarias en un proceso derivado de decomiso de la plata.  Hoy la justicia sigue con la recolección de datos e, indefectiblemente, buscan pruebas de una red de personas que manejarían una mesa de dinero que dejó a decenas de personas sin sus ahorros.


Hay emails que llegaron a la Unidad Fiscal 8 de Walter Mercuri (ufid8.do@mpba.gov.ar) que llevan como título “Caso Chule” y adjuntan un relato de hechos que comenzaron a verificar.


“Chule” está en boca de todo Gesell. No hay café, comercio o cola de banco en donde no se mencione ese apodo. Fue uno de los allanados en el barrio privado “La Herradura” de Pinamar y desde hace algún tiempo había dejado de circular por las calles y paseos geselinos. Todos hablan de un “supuesto tendal” que habría dejado. 


Los investigadores tienen teléfonos celulares y tabletas que van a ser abiertas. El primero de ellos fue un teléfono del conductor de la camioneta que atraparon con el dinero. Allí aparecía el “famoso Chule” y por ellos salieron a buscarlo hasta encontrarlo en la casa del barrio privado.


La abogada Graciela Bravo es quien empezó a aglutinar a algunos de los damnificados para patrocinarlos.


En la mesa de dinero se colocaban dólares y se obtenía rentabilidad, o al menos eso prometían. Había captadores, cerradores “closer” e inversores. Todos te prometían una ganancia mensual al colocar dólares. La ganancia era variable y era súper seductora ya que iba del 7 al 12%.


La gran mayoría de los damnificados tuvieron que viajar a Capital para hacer las entregas de dinero. Aquí se abre una sospecha de una red mucho más grande en donde “Chule” tan sólo podría ser un “representante regional”.


Todo esto surge de emails y chateos que ya están en poder de la justicia. Cada mes se emitía un extracto con la ganancia obtenida pero cuando los damnificados querían retirar una parte en varias oportunidades se presentaban problemas. Había que hacer consultas a una y otra persona. Los chateos con respuestas demoraban días y, se llegaba a un punto, en donde eran bloqueados.


El material recolectado deja entrever que los pagos se hacían en un principio y que todo el esquema se volvía engorroso con el paso del tiempo. La mayor desintegración llegó, presumiblemente, con la época de elecciones, las devaluaciones y el cambio de gobierno.


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GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo