La insólita situación, propia más de una película que de la
realidad, sucedió el pasado 12 de octubre en horas de la mañana.
Teniendo en cuenta que desde días antes se habían recibido
en un juzgado de Garantías con asiento en los tribunales de Azul varios
reclamos de personas privadas de la libertad en la Estación de Policía Comunal
de Tapalqué, detenidos que afirmaban que no estaban teniendo contactos con su
Defensa Oficial, desde esa dependencia judicial se decidió comunicarse con
dicha seccional policial.
Juan José Suárez, el magistrado a cargo del Juzgado de
Garantías 3, en respuesta a ese pedido de los internos dio instrucciones para
que se llamara por teléfono a la Comunal de Tapalqué.
La idea era conocer más a fondo los motivos relacionados con
lo que los presos afirmaban. Y según lo que le refirió a uno de los secretarios
de su juzgado, el magistrado quería proporcionarles a los detenidos que
efectuaban el reclamo, por intermedio del policía que atendiera esa
comunicación telefónica, los números de la Defensoría Oficial en cuestión -o de
la General departamental- para que esas personas privadas de la libertad
pudieran tener acceso a sus representantes legales del Estado.
Pero aquel jueves 12 de octubre, cuando se efectuó el
llamado telefónico a la Estación de Policía Comunal de Tapalqué desde Garantías
3, sucedió algo que ahora es materia de una investigación penal, ante la
sospecha de la posible comisión de un denominado "delito de acción
pública", según se refiere en las actuaciones que se están llevando
adelante.
A esa comunicación al teléfono fijo de la seccional policial
la respondió una de las personas que se encuentra detenida en la Comunal con
asiento en la vecina ciudad, distante a poco más de cuarenta kilómetros de
Azul.
Además, a modo de otro ingrediente que vuelve más absurda a
la situación, en lo investigado figura que ese preso que atendió el llamado
efectuado desde Garantías 3 se encuentra actualmente privado de la libertad por
disposición del magistrado a cargo de dicho juzgado. Y que la medida cautelar
había sido ordenada en el marco de una causa por... estafas telefónicas.
Allanamiento
La anómala escena dio lugar a que el magistrado Juan José
Suárez iniciara de oficio una investigación penal. Y teniendo en cuenta que lo
ocurrido se detectó desde el Juzgado de Garantías que conduce, posteriormente
se excusó de seguir interviniendo en la causa que ahora se lleva adelante por
aquel llamado telefónico que atendiera un preso.
De esa manera, la competencia en el sumario penal la asumió
Federico Barberena, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2.
Además, teniendo en cuenta que se trata de funcionarios y
personal policial los investigados, la causa quedó radicada en la UFIE que en
Azul conduce José Ignacio Calonje.
Con las evidencias reunidas hasta el momento, sobre todo
considerando lo sucedido en esa comunicación telefónica efectuada el pasado día
12 del mes en curso, este jueves que pasó el magistrado Barberena dio lugar a
un pedido que había formulado el fiscal Calonje: que fuera allanada la Estación
de Policía Comunal de Tapalqué, que desde agosto pasado conducen de manera
conjunta los comisarios Fabián Toledo y Eduardo Solari.
A cargo de esa diligencia estuvieron agentes de la División
Unidad Operativa de la Policía Federal con sede en Azul.
La orden de allanamiento incluía que en la seccional ubicada
sobre la calle Máximo Gómez se buscaran e incautaran "libros de registro
de la dependencia". Documentación entre la cual se hacía alusión a los
libros de Guardia y, también, a planillas de presentismo, de horas adicionales
y de "imaginaria" del personal policial. Además, se ordenaba
secuestrar, en caso de que dentro de la Comunal haya cámaras de seguridad,
registros de esas filmaciones.
Según se sospecha desde la Acusación, algo a lo que el
magistrado Barberena hizo alusión cuando dispuso la realización del
allanamiento, "las personas detenidas en la Estación de Policía Comunal de
Tapalqué se encontrarían en claro estado de irregularidad, con libre acceso al
teléfono de la dependencia y, eventualmente, con libre circulación por el
lugar".
Ese pasado jueves 12 de octubre en que fuera efectuado desde
el Juzgado de Garantías 3 de Azul el llamado al fijo de la Estación de Policía
Comunal de Tapalqué, no bien el preso atendió el teléfono se le pidió que los
comunicara con un oficial de servicio.
Instantes después, un policía se identificó con su nombre de
pila y dijo estar desempeñando tareas como "imaginaria", tal como se
les llama a los encargados de custodiar a los detenidos en los calabozos. Y
desde Garantías 3 se le pidió a ese efectivo de seguridad que le pasara el
teléfono al oficial que estaba de servicio en aquel entonces.
Pero luego de que transcurrieron algunos minutos sin
respuestas a dicha solicitud, la comunicación telefónica con el Juzgado de
Garantías 3 finalmente fue cortada desde la Comunal de Tapalqué.
"Parece que el detenido atendía el teléfono y a la gente.
Con el allanamiento, que hizo la Policía Federal, buscamos determinar cómo son
los movimientos en esa comisaría. Aparentemente los presos, en vez de estar en
los calabozos, estaban sueltos dentro de la seccional y hasta atendían el
teléfono. Por ese motivo se realizó esta diligencia", le dijo un vocero
judicial ligado a la causa penal que ahora se instruye e involucra a
funcionarios y personal de la seccional policial con sede en la vecina ciudad.
Las autoridades a cargo de la Comunal de Tapalqué, al
parecer, no han dado explicaciones convincentes hasta el momento con relación a
los motivos por los cuales uno de los internos alojados en esa seccional
atendía el teléfono fijo de la dependencia.
"Decían que tenían un problema con la línea", le
refirió a este diario otro allegado a lo que ahora es la instrucción de la
causa penal iniciada por una situación por demás insólita.
El dato
Además de que el magistrado Juan José Suárez iniciara de
oficio una investigación penal por lo ocurrido en la Comunal de Tapalqué días
atrás y que se excusara de intervenir en esa causa como Juez de Garantías,
dicho funcionario había informado de la situación al Ministerio de Seguridad de
la provincia de Buenos Aires.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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