El joven de 27 años detenido por el crimen de Daniel Marcel
(78) se negó a declarar ante la fiscal Romina Díaz y seguirá detenido en la
Unidad Penal 44 de Batán mientras la investigación avanza en torno a
identificar a su cómplice.
Nicolás Fernández fue trasladado este domingo a la mañana
desde su celda de la cárcel de Batán al palacio de Tribunales para presentarse
ante la fiscal Romina Díaz, quien lo imputó por “homicidio agravado en ocasión
de robo”.
Según informaron fuentes consultadas por la Fiscalía
General, Fernández por recomendación de su defensa oficial, a cargo de Cristian
Rajuán, se negó a declarar y no dio ninguna versión alternativa de lo ocurrido
el viernes a la noche en pasaje Gabito Bannat al 3000 donde fue asesinado
Marcel, por lo que seguirá alojado en la Unidad Penal 44 de Batán mientras
avanza la investigación.
Asimismo, también se supo que al momento de la detención se
le secuestró un arma calibre 9 milímetros marca Browning, que tendría machas
hemáticas. El análisis pericial de esta arma y las heridas mortales de la
víctima, de coincidir, podrían ser una prueba más que contundente contra
Fernández.
Acusado de un crimen con una hermana policía
Fernández vive en San Lorenzo al 6800, a solo cinco cuadras
donde Marcel fue asesinado. Es un terreno con tres casas, en la delantera vive
el joven de 27 años con su madre, en la del medio su hermano y en la propiedad
trasera su hermana, una policía que cumple funciones en la comisaría quinta y
sobre quien no hay ningún tipo de sospechas.
El crimen del padre del periodista ocurrió el viernes a las
20.10 y Fernández fue detenido cerca de las 23 en la puerta de su casa de San
Lorenzo al 6800, pero por otra situación. Su propio hermano había llamado al
911 para denunciar que el joven estaba “a los tiros” en la vereda con una 9
milímetros. La policía fue, lo detuvo y lo trasladó a la Unidad Penal 44 de
Batán, mientras que en paralelo había un intenso operativo para dar con el
sospechoso del crimen.
Por eso delito, Fernández fue imputado por “portación ilegal
de arma de guerra” y se negó a declarar.
El exhaustivo análisis de las cámaras de seguridad de la
Central de Operaciones y Monitoreo (COM) fue clave, ya que hay un domo
instalado en la esquina más importante del barrio Regional que es en Alvarado y
Tres Arroyos, tan solo a cincuenta metros del ingreso al pasaje Gabito Bannat,
que está delimitado por las calles Alvarado y San Lorenzo.
En esas imágenes los investigadores ven a un hombre que,
momentos antes del crimen, compra en un kiosco. Con la posibilidad de trabajar
sobre la calidad del video se pudo obtener la fisonomía de esa persona que
después ingresa al pasaje Gabito Bannat donde ocurre el crimen. Esa fisonomía
coincidía con la de Fernández, quien ya estaba detenido.
Las cámaras de seguridad luego muestran la huida de quienes
asaltaron y mataron a Marcel: uno escapó por el lugar más próximo, es decir por
Alvarado, mientras que el otro corrió cerca de 180 metros en dirección a San
Lorenzo. Si bien la elección de irse hacia el lugar más lejano parecería
extraña no lo es tanto al sospechar de Fernández: huyó hacia San Lorenzo porque
hacia allí vive, huyó en dirección a su casa.
Además, personal de la Dirección Departamental de
Investigaciones (DDI) relevó testimonios de la zona y el nombre de Nicolás
Fernández se repitió en la boca de más de un testigo, que señalaban haberlo
visto esa noche en cercanías al lugar del crimen.
El sábado, al acusar ya formalmente a Fernández del
homicidio, la policía allanó la casa del joven y también las de sus familiares.
En ese operativo secuestraron, por protocolo, también el arma reglamentaria de
su hermana policía para peritarla y despejar toda duda posible.
Ahora los esfuerzos de la investigación se encuentran en
poder identificar al cómplice de Fernández y así poder detener a todos los
implicados en el crimen de Daniel Marcel que conmocionó a la ciudad.

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