Una marca que nació en Mar de las Pampas y que, ahora, llega
a producir 4 toneladas de chocolates por mes. “La Pinocha” desembarcó en
Murcia y el diario SUR lo destacó hace algunos días en una de sus ediciones.
Dos familias fueron los creadoras de la firma hace unos 40
años y hoy poseen franquicias en varias provincias y en Capital Federal.
La nota de Marina Martínez en Diario SUR
Si quiere mantener a raya el peso, mejor no se pasee mucho
por la calle Martínez porque lo más probable es que caiga en la tentación. Sin
embargo, si es adicto al chocolate y sólo le ve ventajas, es paso obligado el
número 20 de la céntrica calle. Allí acaba de aterrizar La Pinocha, un templo
para los más chocolateros con más de sesenta variedades de sello argentino que
también se estrena en la calle España de Fuengirola. «Málaga brinda buenas
condiciones para poder emprender y, sobre todo, apostar por empresas que
agregan valor», advierte Ariel López, socio de esta firma que se dedica a la
fabricación de chocolate artesanal y que empieza a introducirse poco a poco en
nuestro país.
«Hace un año decidimos desembarcar en España como centro de
Europa replicando el mismo formato de negocio debido a que no hay una oferta de
producto como el nuestro». A su juicio, esa marca que consideran diferencial
les da seguridad para seguir extendiéndose y abriendo tiendas. Primero lo
hicieron en Alicante, y ahora continúan el camino con una fuerte apuesta por
Málaga. A los ya mencionados, en los próximos tres meses se sumarán otros dos
establecimientos en Marbella y Shopping Miramar, respectivamente. Tal es la
confianza en la provincia malagueña, que incluso han fijado su planta de
producción en Casabermeja, donde realizan todas sus elaboraciones.
Actualmente ofrecen más de sesenta variedades de chocolates,
además de otros productos relacionados como alfajores, frutos secos bañados y
otros bocaditos. Desde chocolate en rama o con almendras hasta medallones de
chocolate amargo con arándanos deshidratados y, por supuesto, los que se
combinan con el sabor argentino por excelencia: dulce de leche. Por ejemplo, el
suizo, con base de chocolate con leche, relleno de dulce de leche y nueces
tostadas con tapa de chocolate blanco; o el milhojas con capas de dulce de
leche y chocolate blanco. Según Ariel López, el plan de la empresa es cerrar
este 2023 con al menos ocho franquicias. Tienen plena confianza en su
propuesta. Les anima una «muy buena aceptación de nuestros productos»,
justifica Ariel López.
La empresa argentina elabora también alfajores.
Con una capacidad de producción de aproximadamente cuatro
toneladas mensuales, La Pinocha nació en Mar de las Pampas, de la mano de dos
familias que hoy llevan cuarenta años viviendo en Villa Gesell (Buenos Aires,
Argentina), un rincón que cuando empezaron sólo era «bosque, mar y mucho por
hacer», recuerda Ariel López.
Una médica pediátrica y una profesora de historia están
detrás de su fundación. Varios viajes les empujaron a tomar contacto con el
mundo del chocolate artesanal, formándose y empezando a desarrollar muchas de
las recetas que hoy se mantienen en carta. Tiempo después, parte de sus hijos
decidieron llevar el proyecto un paso más lejos y comenzaron con el proceso de
franquiciar la marca. Hoy en día cuentan con más de treinta franquicias en
Argentina (ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa
Fe) y tres en España. De momento.




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