Rosa Muñóz está desbastada por los dos robos que sufrió de su garrafa en tan sólo 30 días.
Esta última vez grabó un video para mostrar cómo “los rateros
baratos” la “agarraron de pichi” y se queja porque “nunca nadie ve nada”.
La impotencia se escucha y se siente en la voz de Rosa ante
lo ocurrido en Arias al 400. El último hecho fue ayer viernes a la mañana cuando
se levantó y se percató que la cocina no encendía. Al salir al patio la garrafa
anaranjada de 10 kilos ya no estaba.




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