Un joven arribó durante el viernes a la casa en la que habita en San Martín al 600 y al llegar notó que una persona estaba dentro del predio y que había accedido luego de saltar un paredón que da aun terreno baldío.
Ante esta situación ingresó con rapidez a la vivienda, se
escondió en una de las habitaciones y llamó a sus padres para pedir ayuda.
Mientras esto ocurría oía cómo intentaban ingresar por un sector lateral de la
casa.
Cuando se sintió a salvo y llegaron sus familiares pudieron
constatar que con una patada y un elemento contundente habían astillado un
vidrio pero no lograron concretar el hecho.




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