En la noche del martes un Volkswagen Gol atropelló a jóvenes
en el barrio Quintanilla, en Calle 45, entre 4 y 6, y el conductor quedó en
libertad luego de provocarle heridas graves a dos chicos de 17 años que aún
permanecen internados.
Todos argumentan que el acusado manejaba alcoholizado pero
la no utilización de un alcoholímetro a minutos de sucedido el hecho ha llevado
que, hasta el momento, no se pueda comprobar judicialmente esa falta.
En las redes la ciudadanía expresó su bronca al saber que el
hombre de 37 años, y domiciliado en Mar de Ajó, quedaba en libertad a las pocas
horas de todo lo sucedido. Es que, hasta ahora, la imputación es por lesiones
culposas y la pena en expectativa trepa hasta los 3 años por lo que es
excarcelable.
Con el agravante de la presencia de alcohol en sangre,
siempre se hubiera superado un gramo por litro, la pena podría escalar a los 6
años de máxima por conducción negligente o antirreglamentaria pero así y todo,
igualmente a los pocos meses podría recuperar la libertad.
Pericias
Aún restan una batería de pericias para poder contar con
elementos que clarifiquen lo ocurrido.
Sin alcoholímetro en el lugar y ante la enervación de los
vecinos, el hombre fue llevado al Hospital Ana Rosa S. de Martínez Guerrero.
Allí le sacaron sangre, pero no es válido un análisis que hagan ahí de la
muestra. Todo debe ser cotejado por el laboratorio químico de Dolores y esto
demorará de 1 a 2 meses. A eso se le suma que no se sabe cuál fue la demora en
tomar la muestra lo que podría beneficiar al acusado.
Hasta anoche no se había informado a la justicia de manera
oficial las heridas que sufrieron las víctimas. Se trata de un trabajo que debe
elevar la Policía Científica a la fiscalía que lleva a delante el caso. Tampoco
se había confeccionado el relevamiento de las pericias accidentológicas que se
debieron realizar en el lugar de accidente.
El acusado sólo debió declarar un domicilio en donde reside
y goza de la libertad para la molestia de todos los vecinos.



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