Tomar mate puede prevenir el desarrollo del cáncer de próstata. Así lo determinó un grupo de científicos mendocinos en el proyecto de investigación “Influencia de la yerba mate en la expresión de marcadores de proliferación tumoral”. El estudio lo realizó el equipo integrado por la doctora Constanza López Fontana, el doctor Rubén Carón, la veterinaria Paula Ginevro y la doctora Flavia Santiano, miembros del laboratorio de Hormonas y Biología del Cáncer del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Imbecu), dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Ahora, los profesionales trabajan en el desarrollo de un extracto natural, con métodos innovadores.
La preocupación de los investigadores radica en que el
cáncer de próstata es el carcinoma de mayor incidencia y mortalidad en la
población masculina de la Argentina. Por tal motivo, para ganar tiempo, al ser
una afección que tiene una evolución relativamente lenta, con un período de
latencia de aproximadamente 25 años, es fundamental trabajar en la prevención.
De hecho, los especialistas aseguran que el 40% de los casos de cáncer podrían
prevenirse al evitar factores de riesgo e incorporando hábitos alimentarios
saludables.
En este escenario, entra en juego los efectos positivos que
aporta el consumo de mate, según los científicos. En este sentido, diversos
estudios de la investigación han evidenciado que los compuestos bioactivos de
la yerba mate como el ácido clorogénico, la cafeína, la rutina y la quercetina
poseen múltiples beneficiosos para la salud humana.
“Al ingerir yerba mate cebada o en infusión, estos
compuestos bioactivos son absorbidos por nuestro organismo y pueden evitar o
retrasar el crecimiento tumoral mediante diferentes mecanismos
anticancerígenos, antiinflamatorios y antioxidantes. Además, el tejido
prostático normal y tumoral es regulado por la acción coordinada de distintas
hormonas, principalmente testosterona y estrógenos, que, a su vez, serían
moduladas por los compuestos bioactivos de la yerba mate”, señalan los
profesionales que realizaron las pruebas.
Estudio en vivo
Así, para avanzar en la investigación, se desarrolló un
estudio en vivo, basado en el modelo experimental, donde se observó que la
ingesta diaria de yerba mate retrasó la aparición de los tumores y el volumen
tumoral fue menor con respecto al consumo de agua. “Estos hallazgos muestran
que el consumo de mate disminuyó el desarrollo en el tiempo y el crecimiento
tumoral prostático”, indicaron.
También, a través de estudios in vitro, se evaluaron los
efectos de la yerba mate en líneas celulares de cáncer de próstata. En este
caso, el tratamiento con yerba mate redujo la proliferación y viabilidad
celular. Esto es, las células tumorales detuvieron su crecimiento e incluso
murieron al ser tratadas con yerba mate. En efecto, atenuó la capacidad de
invasión y migración de dichas células. “Estos efectos fueron más evidentes en
las células tumorales sensibles a hormonas (estadios más tempranos) mientras
que se requirieron dosis más altas para lograr los mismos efectos en las
células tumorales que no responden a hormonas y tienen una mayor capacidad de
invadir tejidos a distancia (tumores más agresivos o en estadios más
avanzados)”, detalla el estudio.
Así, los resultados obtenidos hasta ahora demuestran un
“efecto protector” de la yerba mate frente al desarrollo de tumores de
próstata, “aportando una nueva herramienta sencilla, de bajo costo y amplio
alcance en las estrategias de prevención de dicha enfermedad”, indicaron los
investigadores.
Con este paso clave en la investigación, se trabaja ahora en
otra instancia junto con el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM),
también dependiente de la UNCuyo y el Conicet, de la mano de las doctoras María
de los Ángeles Fernández, Magdalena Espino y Fernanda Silva. El objetivo:
desarrollar un extracto natural de yerba mate mediante Solventes Eutécticos
Profundos Naturales (Natural Deep Eutectic Solvents, NADES) para potenciar las
propiedades antitumorales del cáncer. Esta etapa de la investigación cuenta con
el apoyo del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Cofecyt). En este
sentido, se sabe que la extracción de los metabolitos de las plantas se realiza
con disolventes que presentan muchas desventajas para la salud humana y el
medio ambiente. Por eso, los NADES son un método innovador, natural, con alta
biodegradabilidad, sostenibilidad, capacidad de solubilizar y estabilizar
compuestos de distinta polaridad, y baja o nula toxicidad. “Considerando además
que sus componentes son de grado alimentario, la utilización de NADES se
convierte en una prioridad para lograr extractos más seguros y para potenciar
sus propiedades bioactivas”, exponen los investigadores, quienes aseguran que
el desarrollo de un extracto de yerba mate podría traer numerosos beneficios
para los consumidores, y podría contribuir a la prevención y el tratamiento del
carcinoma prostático.
Especialistas y autoridades sanitarias de Mendoza
consultadas por LA NACIÓN ven con buenos ojos los estudios de investigación que
se están realizando en esta provincia para combatir el cáncer, principalmente
en el Conicet. En este caso en particular del cáncer de próstata, las distintas
fuentes avalan el trabajo científico, pero son prudentes. “Es súper válida esta
investigación, es una instancia muy buena, pero estamos observando qué
resultados reporte, porque todavía no hay nada concluyente”, indicó un reconocido
oncólogo mendocino. “Está muy bueno todo lo que se está haciendo para controlar
estas enfermedades, pero aguardamos conclusiones determinantes”, señalaron
desde el Ministerio de Salud local.




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