Marcela Rivero no puede creer el calvario en que se
transformó su vida desde el sábado último y el pavor que tiene contra quién era
su pareja, Raúl Edgardo Barros. El
hombre la atacó con un cuchillo, le arrojó sillas y la arrastró por la casa
tirándole de los pelos en medio de un ataque de ira.
Cuando, en medio del dolor todo parecía encarrilarse hacia
un caso de femicidio en grado de tentativa, el Juez de Garantías Gastón Giles
cambió la carátula intempestivamente y la bajó a lesiones leves agravadas y
liberó al individuo.
Ahora, una consigna policial custodia la casa de Rivero de
Rivadavia al 1300. A eso se le suma un grupo de mujeres con intenciones de acompañarla
y el apoyo de autoridades políticas.
En diálogo con CNM, la mujer dijo “Estar en peligro” y
sentir miedo a morir.
Tengo una consigna policial dentro de mi casa por unos 15 días. No sé si el fijó domicilio acá o dónde está. Necesito que el Juez Giles me escuche y retire la excarcelación. No me vieron ni la cara como la tengo.
La mujer relató que en 2018 ya sufrió un hecho de violencia
similar con este hombre con el que salía desde hace 8 años.
Argumenta, según dijo a CNM, que el alcohol perturba a
Barros y desata un estado de ira. En esta oportunidad fueron celos y comenzó a
decirle a ella que los estaba engañando con una determinada persona.
“Esta vez te voy a matar así no me denuncias más” llegó a
decirle cuando arribó la policía.
Tradicionalmente, para este tipo de casos se fija una
audiencia en donde el fiscal presenta informes médicos y socio-ambientales y la
afectada relata lo ocurrido y sus miedos. En este caso nada ocurrió y el hombre fue
liberado.




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