En lo que es un rito ancestral, durante todo el mes se
celebra a la Pachamama, la Madre Tierra, y la caña con ruda es uno de los
preparados que no pueden faltar para el 1 de agosto.
Dicen que con tres sorbos del brebaje milenario se eliminan
todos los males y enfermedades, se aleja la envidia y se atrae la suerte. Los
pueblos originarios de América descubrieron sus propiedades medicinales y miles
de años después, la tradición se extendió desde Perú, Bolivia, Paraguay y el
Nordeste del país y, en la actualidad, pasó por la Ciudad de Buenos Aires para
llegar a las zonas más australes del país.
Si bien el origen de la ruda es europeo, las investigaciones
indican que la mezcla con el destilado de la caña es guaraní. Para integrar al
ritual de agradecimiento a la Pachamama, para ahuyentar los males y las
amarguras del invierno, para celebrar haber llegado a agosto, los motivos del
consumo de caña con ruda son muy diversos. Sea como sea, la tradición indica
que este brebaje protege el cuerpo y el espíritu: “La caña con ruda, contra el
mal ayuda”.
¿Cómo se toma la caña con ruda?
La tradición dice que el primero de agosto deben tomarse
tres sorbos (puede extenderse a siete) de caña de ruda al comenzar el día,
todavía en ayunas. Este ritual se practica como una prevención contra los males
que la época del año acarrea.
Los guaraníes fueron quienes estudiaron las propiedades de
la planta y la utilizaron con éxito para combatir parásitos, irritación y otros
dolores físicos. Sus bondades medicinales la convirtieron luego, en un remedio
contra la envidia, la negatividad y la mala suerte.




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