Un gendarme que estuvo 19 días desaparecido fue encontrado
muerto en la tarde de este viernes en una zona rural de la localidad
santafesina de Roldán, cercana a Rosario. Su cuerpo se encontraba en el fondo
de un aljibe. Se trata del segundo comandante Gustavo Alberto Elorrieta, quien
viajó el pasado 10 de julio desde Buenos Aires hasta esa ciudad para visitar a
sus hijos de 11 y 17 años. Por el caso fueron detenidos su ex esposa –en cuyo
domicilio se hallaron manchas de sangre– su hijo y dos amigos del adolescente.
Por el momento no hay un móvil claro del homicidio.
La investigación que lleva adelante el jefe de la unidad
fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta fue alertada de que el cuerpo del
gendarme se encontraba en una zona rural situada entre Roldán y Vicente
Echeverría. El cadáver estaba en el interior de un aljibe en la zona rural
señalada.
Desde un primer momento el fiscal direccionó la causa a la
posibilidad de que el segundo comandante haya sido víctima de un asesinato.
Elorrieta, de 42 años, mandó mensajes vía Whatsapp el pasado
10 de julio a las 23 a su actual pareja para comunicarle que había “llegado
bien” a Roldán a la casa en la que viven sus hijos de 11 y 17 años junto con su
ex esposa. Es lo último que se supo de él, ya que nunca más volvió a responder
el teléfono ni se reincorporó a su trabajo en Buenos Aires, donde prestaba
servicios y concursaba por un ascenso a comandante, según consta en la causa.
Elorrieta era oriundo de la localidad de Monte Caseros,
Corrientes, y durante varios años trabajó en la unidad de investigaciones
antidrogas de Rosario. Sin embargo, en enero pasado fue trasladado a Buenos
Aires tras haberse separado de su esposa, con quien convivió en Roldán junto
con sus hijos.
El agente entró en licencia el 10 de julio, cuando llegó a
Roldán en su Volkswagen Bora gris, de acuerdo al relato que brindaron sus
familiares al Ministerio Público de la Acusación.
Llamativamente, dos días después de su arribo a esa
localidad, el auto fue encontrado volcado cerca del cementerio de la ciudad con
manchas de sangre y sin ocupantes, hecho del que no hubo denuncia policial. El
vehículo se encuentra incautado en la puerta de la comisaría sexta de Roldán.
Solange, la sobrina de Elorrieta, declaró al medio AVC
Producciones de Monte Caseros que era común que no respondiera siempre a su
teléfono debido a su trabajo, ya que a veces estaba en procedimientos o en
lugares sin señal. Lo que sí terminó de encender todas las alarmas es que no
volvió a su puesto de trabajo el pasado lunes 25 de julio, fecha de vencimiento
de su licencia.
Además, el último impacto de antena del teléfono del segundo
comandante desaparecido dio en la región mesopotámica, por lo que también se
ordenaron medidas para agotar la línea investigativa de que se fue para esa
zona del país.
Sin embargo, en las últimas horas declaró la hermana del
gendarme desaparecido ante el fiscal Spelta y la investigación se profundizó
con medidas libradas a Gendarmería Nacional y que en colaboración actuó la
Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal.
Este viernes al mediodía, Gendarmería realizó pericias con
luminol en la casa de la ex esposa de Elorrieta y dio positivo en la zona del
baño, del dormitorio, del pasillo y en el ingreso a la propiedad. También fue
secuestrada una pala y un cabello que se sospecha que sería de la víctima.
Luego, en el Bora del segundo comandante también se hicieron
análisis y dieron positivos en una lona que estaba en el interior del auto,
como así también en el baúl.




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