Pudo ser una tragedia, pero se salvaron todos de milagro,
aunque varios concurrentes debieron ser hospitalizados por la inhalación de
monóxido de carbono.
El festejo en el salón de fiestas infantiles ubicado en
Santiago del Estero al 3700 comenzó pasadas las 16 y finalizó alrededor de las
19 de este viernes. El anfitrión era “Lolo”, un nene que invitó a todos sus
compañeritos del Instituto Stella Maris Adoratrices para compartir la
celebración por sus 5 años.
Sin embargo, cuando los papás empezaron a acercarse al lugar
para retirar a los chicos, no encontraron caras de alegría sino gestos extraños
de preocupación y dolor. “Todos los nenes lloraban. Algunos, incluso, vomitaban
y otros estaban muy boleados”, aseguró Pablo, quien dijo que su esposa se llevó
al hijo del salón con “los ojos muy colorados”.
La alarma se terminó de encender cuando otra mamá confirmó
en el grupo de whatsapp de las familias del jardín que había tenido que
internar al hijo en la clínica del Niño y la Madre por un cuadro de
intoxicación con monóxido de carbono. “Nos dijo que el análisis de sangre le
había dado un 26 por ciento de ingesta de monóxido y entonces todos empezamos a
llevar a nuestros hijos”, comentó el hombre.
Por las demoras que acusaron en la clínica de avenida Colón,
Pablo y su esposa se dirigieron directamente al Hospital Privado de la
Comunidad (HPC). Para ese entonces, ya había familias que habían internado a
los menores en el mismo lugar. “Nos atendieron 12 puntos. Fue muy rápida la
respuesta. Suministraron oxígeno e hicieron todos los controles”, destacó.
l hijo de Pablo, al igual que otros menores, ya recibió el
alta en horas de la mañana. Sin embargo, después del drama vivido, la
preocupación no se aleja de los padres. “Lo de ayer podría haber sido un
desastre, y no lo digo yo sino los profesionales del HPC. Ellos mismos nos
dijeron que si era por unas horas más, entonces esto terminaba en tragedia”,
aseveró.
“Como los nenes solo pasaron tres horas adentro, ellos lo
transitan, se recuperan y no les quedan secuelas pero en gente grande es
distinto porque hay personas que no les pueden dar determinada medicación por
problemas de hipertensión”, explicó el papá.




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