Malvivientes ingresaron al Establecimiento Rural San José
para alzarse con dos rifles que estaban en el interior mientras el puestero del
lugar se encontraba de su casa de Villa Gesell por el fin de semana.
Al regresar, el trabajador rural se encontró a todos los
perros del campo deambulando en los alrededores de la casa siendo que los había
dejado atados y al acceder a la casa se percató que alguien había roto un
vidrio para retirar un pasador y destrabar una puerta.
Ya en uno de los dormitorios se dio cuenta que faltaban los
rifles, ambos de calibre 22, porque los había dejado sobre una cama contigua a
la suya. Al encontrar las camas desechas se fijó debajo de los colchones y
halló las credenciales de usuario de ambas armas.
Realizó la denuncia para dejar asentado el hecho.




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